Osvaldo Pérez Segura, el trabajador de la empresa Microser, situada en el parque tecnológico de Boecillo, que inició una huelga de hambre tras iniciarse el expediente de extinción de empleo para toda la plantilla, cumple hoy 31 días sin tomar alimentos. «Estoy débil, pero aún tengo fuerzas para seguir», aseguró anoche en conversación telefónica.
La plantilla de Microser decide hoy en votación si acepta la propuesta de indemnización planteada por la propiedad de la empresa. Sin embargo, los dueños han indicado durante el proceso de negociación que las indemnizaciones se hallan ligadas a la posibilidad de la propiedad de vender los inmuebles de la firma, situados en Madrid y en Boecillo.
Los trabajadores fueron informados el pasado miércoles en asamblea sobre las condiciones del despido.
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