Los trabajadores de la planta de General Motors en Amberes (Bélgica) se encuentran desde el pasado miércoles en huelga para protestar contra la exclusión de esta instalación de la producción de la nueva generación del Opel Astra desde 2010, informaron ayer el Foro Europeo de Empleados del consorcio (EEF) y la Federación Europea de Trabajadores del Metal (EMF).
La filial europea del grupo General Motors anunció el pasado día 17 de abril que la planta de Amberes quedaba excluida de los planes de producción del modelo que sustituirá al actual Opel Astra en 2010, y que se fabricará en las plantas de Ellesmere Port (Reino Unido), Bochum (Alemania), Trollhättan (Suecia) y Gliwice (Polonia), con una inversión total en el proyecto de 3.100 millones de euros.
Independientemente de los planes de futuro a medio plazo, la fábrica belga reducirá a lo largo de año su volumen de producción mediante la supresión de un turno, lo que requiere reducir los efectivos en 1.400 trabajadores, es decir, de 4.500 a 3.100 empleados.
Tanto el Foro como la Federación mostraron su solidaridad con los trabajadores de la instalación Amberes y apoyaron la lucha de éstos para pactar con la dirección de General Motors la adjudicación de la producción de futuros productos y de volumen en esta factoría y por lo tanto evitar su cierre y garantizar su futuro.
Asimismo, las dos organizaciones están de acuerdo con los trabajadores y con los sindicatos de la factoría de Amberes en que la oferta de la directiva de General Motors de reducir la producción de la instalación hasta 80.000 unidades "es absolutamente insuficiente".
EEF y EMF resaltaron que todos los trabajadores de General Motors en Europa han mostrado su solidaridad con los empleados de esta planta de producción y manifestado su apoyo al resto de trabajadores en sus peticiones de aumento de la producción.
Al mismo tiempo, el Foro Europeo de Empleados del consorcio y la Federación Europea de Trabajadores del Metal señalaron que ninguna organización sindical o grupo de trabajadores de la empresa negociará a nivel local sobre ningún tema de externalización de la producción, reducciones de empleo o de costes mientras que no se asegure una producción suficiente en la planta de Amberes.
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