El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció ayer un incremento del salario mínimo en un 20 por ciento, con lo que llegará al equivalente a 286 dólares, y que la jornada laboral será reducida de ocho a seis horas diarias desde el 2010.
Con el alza, que entrará en vigor desde el Día del Trabajador, el salario mínimo de 614.790 bolívares en Venezuela "es ahora el más alto de Suramérica", destacó Hugo Chávez. "Estábamos en el tercer lugar en Suramérica. Ahora pasamos al primer lugar con este incremento", subrayó en una alocución nocturna televisada, en la que subrayó, sin nombrar a ninguna nación, que en algunas de ellas ese salario no llega a cien dólares.
Con la suma del monto salarial al "beneficio del 'cestaticket'", una especie de cheque obligatorio en el caso de los empleadores públicos y que no todos los privados prevén en los contratos de trabajo para la adquisición de alimentos, "los trabajadores superarán un ingreso de un millón de bolívares (465 dólares) mensuales", añadió. Sobre la reducción de la jornada laboral a seis horas diarias, remarcó que será progresiva en lo que resta de la década, pero que el 1 de mayo de 2010 "será de seis horas diarias y 36 semanales".
Previó que la medida ayudará a reducir aún más el desempleo, que en la actualidad bordea el 10 % de la fuerza laboral nacional, de unos doce millones de personas. También indicó que las pensiones de los jubilados serán elevadas asimismo en un 20 % desde mañana y que ello también alcanzará a "las amas de casa".
Asimismo, que ha enviado a consideración del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), "como lo ordena la ley", un decreto para garantizar la estabilidad laboral en el sector privado y público de los cargos sin responsabilidad ejecutiva, lo que hasta ahora venía siendo renovado cada seis meses por su gobierno.
Previamente, el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, dijo que el salario mínimo sería en la actualidad equivalente a 83,81 dólares, "si el gobierno hubiera seguido las recomendaciones de (la patronal) Fedecámaras", una de las instancias de la oposición a Chávez que fue previamente consultada sobre el alza.
El presidente de Fedecámaras, José Luis Betancourt, confirmó que fue consultado, pero criticó que le fuera requerida su opinión recién el 24 de abril pasado y demandó medidas complementarias. Betancourt recordó que la ley "prevé que con suficiente antelación empleadores, trabajadores y gobierno nos pongamos de acuerdo para dar una respuesta a esas necesidades en cuanto al poder adquisitivo y las fuentes de empleo en Venezuela".
"Tenemos que ir hacia un plan de empleo que tenga valor agregado en la inversión productiva. Hay que generar más de 500.000 empleos todos los años y para lograrlo hay que hacer un esfuerzo titánico en el sector público y en el privado" que aún no lo hacen, añadió.
Betancourt también criticó que "el hipercrecimiento que tiene el Estado" contraste con la disminución de la capacidad del sector privado, lo que remarcó impide definir "mecanismos consensuados" para mejorar los niveles de inversión y el empleo. Mencionó que antes del alza anunciada hoy, "desde el 2002 ha existido una política de ajuste unilateral de salarios que ha sido significativa, de un 255,78 por ciento, mientras que la inflación ha sido de 185 por ciento, con un aumento en la capacidad de compra" de todos los venezolanos, admitió.
El Día del Trabajador "es de significación para la organización (patronal) que desearía que se elevaran las conversaciones entre empresarios y trabajadores hacia un concepto de sostenibilidad de los empleos", insistió y demandó "un paso de avance" en ello.
Dirigentes de la también opositora Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) habían reclamado a su vez que el incremento salarial fuera de al menos un 30 por ciento, tras sostener que el encarecimiento de los alimentos durante todo el 2006 y hasta enero de 2007 "fue aproximadamente de un 31 por ciento".
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