Frente a las huelgas salvajes, demanda judicial por daños y perjuicios. Ésta es la decisión que ha adoptado un abogado belga tras padecer un retraso de más de siete horas en el aeropuerto internacional de Bruselas en su vuelo por la huelga salvaje de los bomberos y el personal de seguridad de la instalación por la negociación de unos cheques-comida.
El paro se produjo el 13 de abril, al final de la Semana Santa. El paro duró más de 10 horas, dejó bloqueados a 26.000 pasajeros, forzó la anulación de 201 vuelos y causó pérdidas millonarias a las aerolíneas.
AGRUPACIÓN DE AFECTADOS
El abogado Peter Cafmeyer ha agrupado a través de internet y de la prensa flamenca a otros 200 perjudicados para presentar una demanda colectiva por daños y perjuicios a los 46 huelguistas. Es la primera vez que se intenta una acción judicial en Bélgica contra los protagonistas de estas huelgas salvajes. Los daños reclamados ascienden a 100.000 euros, algo más de 2.000 euros por huelguista, pero a medida que se sumen más pasajeros, el montante crecerá.
Cafmeyer se indignó porque el paro salvaje se desencadenó por la mera negociación del convenio colectivo entre el personal y la dirección de la empresa gestora del aeropuerto, Brussels International Airport Company, en especial por los cheques-comida, el pago de primas y los métodos de la dirección. "Ni se presentó el preaviso de huelga, ni nada. ¿Por qué hay que sufrir tales comportamientos imprevistos?", se queja el abogado.
La patronal belga estima que la iniciativa podría tener un efecto disuasivo de cara al futuro, ante la multiplicación de huelgas salvajes que afectan a servicios clave. Para los sindicatos, la iniciativa legal atenta contra el derecho de huelga. La central socialista FGTB ha anunciado que asumirá la defensa y las sanciones que pudieran recibir.
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