España es el segundo país de la Unión Europea, tras Irlanda, donde una mayor proporción de hombres trabaja en la construcción (19,5% de los trabajadores varones), según datos de la oficina estadística europea (Eurostat).
La construcción es el sector que emplea a más hombres en toda Europa, pero en España la proporción se sitúa muy por encima de la media de la UE-25 (13%).
Sólo en Irlanda (20,7%) se da una proporción mayor de hombres en este sector, mientras que en países como Polonia este dato baja hasta el 9,5%.
Además, en España la importancia de la construcción en el empleo masculino creció un 3% entre 2000 y 2005, periodo en el que en el conjunto de los Veinticinco sólo aumentó un 0,7%.
El estudio de Eurostat analiza con cifras de 2005 la concentración de hombres y mujeres en los distintos sectores laborales.
Según el informe, tras la construcción, las áreas laborales a las que se dedican más varones en la UE-25 son el sector público (7,2%) y el comercio minorista (6,3%).
En el caso de las mujeres, los sectores más importantes son el de la salud y el trabajo social (17,2%), el comercio minorista (12,5%) y la educación (11,4%).
En España, sin embargo, el porcentaje de mujeres que trabaja en sanidad y atención social es claramente inferior (10,9%) y tiene más importancia el comercio al por menor (14,3%).
Destaca también la alta proporción de mujeres empleadas en hoteles y restaurantes, que supone el 9,4% del total frente al 5,1% de media en la UE.
En cuanto a las actividades que están prácticamente cerradas a uno de los dos sexos, destaca la minería de uranio, donde en España sólo trabajan hombres, así como la del carbón, donde el 97,6% de los empleados son varones.
En el otro extremo, el 91,3% de las personas que se dedican al servicio doméstico en España son mujeres, superior a la media comunitaria del 87,4%.
En este ámbito, se aprecian importantes diferencias entre los Estados miembros, pues mientras en países como Grecia, Malta, la República Checa y Suecia todos los empleados del servicio doméstico son mujeres, en otros como Lituania (48%), Letonia (56,4%) y Finlandia (60,8%) su presencia es mucho menor.
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