El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC.OO, José María Fidalgo, han destacado ayer en Mérida la importancia que tendrá la Ley de Dependencia como motor económico y para liberar a las mujeres.
Así lo expresaron en un acto público organizado por la Junta de Extremadura, en el que también intervinieron los consejeros de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, y Bienestar Social, Leonor Flores.
Los intervinientes, al resaltar las repercusiones positivas que para la mujer tendrá la citada norma, consideraron que junto a la Ley de Igualdad permitirá avanzar en alcanzar la paridad entre géneros.
Fidalgo, de hecho, subrayó que 'no se puede hablar de la Ley de Dependencia sin hablar de mujeres', porque éstas, a la lo largo de la historia, fueron el estado del bienestar 'cuando no había ni estado ni bienestar, ya que se ocuparon de la comida, del cuidado de los mayores y de los hijos, y de su educación.
El líder de CC.OO, que advirtió de que este tipo de leyes 'sólo se entienden con el corazón', indicó que liberará a la mujer de trabajar en el ámbito privado y le permitirá acceder al espacio público.
Destacó que la norma será un motor económico y un yacimiento de empleo cualificado que debe servir, a su juicio, para hacer justicia con las mujeres y evitar la pérdida de este capital humano.
Méndez apuntó que la mayor parte de la atención a los dependientes recae sobre las mujeres, por lo que la nueva ley, que transforma las políticas públicas de atención en derechos, les permitirá conciliar la vida familiar y laboral y obtener para el futuro el derecho a una pensión.
Este acto, a su juicio, se aproxima más a la realidad del país que lo que hablan los tertulianos y es un reconocimiento a la labor de los sindicatos, ya que, como hizo Fidalgo, recordó la participación de UGT y CC.OO en la discusión de esta ley.
Ibarra, que dijo que no podía tener mejor final a su vida política que compartir un acto con los herederos de Nicolás Redondo (UGT) y Marcelino Camacho (CC.OO), dos hombres que le impresionaron, habló también de la mujer.
No habrá igualdad real, en su opinión, hasta que hombres y mujeres comparten el 'sentimiento de culpa' por trabajar fuera del hogar y dejar de hacer cosas importantes en casa, una 'mala conciencia' que ahora sólo ellas tienen.
Dentro de una década, esta legislatura no será recordada ni por la ley de matrimonios homosexuales, ni por la reforma de los estatutos de autonomía, ni por la crispación, 'a pesar del esfuerzo del PP', manifestó Ibarra, sino por las leyes de Dependencia e Igualdad.
El presidente extremeño advirtió de que estas dos normas necesitarán de tiempo para ver sus efectos y, en el caso de la primera, la confluencia del Estado y las CCAA, ya que necesita de mucho dinero.
Fidalgo había apuntado antes que ya han surgido los primeros 'rifirrafes' en las primeras negociaciones con las CCAA, al defender éstas unas competencias que antes, salvo Extremadura, no habían usado, 'y no todas son de derechas', agregó.
Los sindicalistas destacaron la política desarrollada por Ibarra en favor de la igualdad y el progreso, y el apoyo a los sindicatos en asuntos como el 'decretazo' del Gobierno del PP contra el subsidio agrario.
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