Elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) es ya uno de los emblemas de las nuevas estrategias sindicales en materia de negociación salarial. En la recta final de la legislatura, las dos grandes centrales han intensificado la presión sobre el Ejecutivo para que esa referencia retributiva se equipare a la situación real de los salarios en España.
CCOO y UGT dan por hecho que esa conquista ya no se producirá en este mandato, pero esperan que sus actuaciones permitan lograrlo en el próximo. El secretario general de CCOO en Catalunya, Joan Coscubiela, reclamó en los actos del Día del Trabajo un compromiso de todos los partidos para lograr el incremento del SMI. Tanto CCOO como la UGT catalana fueron más allá al reclamar que ningún convenio permita un salario real inferior a 1.000 euros.
El Gobierno socialista, por su parte, está dispuesto a subir el SMI hasta los 850 euros mensuales en la próxima legislatura. Sin embargo, se negará a articular, como le piden los sindicatos, un sistema para que este indicador se revalorice automáticamente cada año en función del índice de precios de consumo (IPC).
PROPUESTA FORMAL
El secretario de Acción Sindical de la UGT, Antoni Ferrer, realizará hoy una propuesta formal al Ministerio de Trabajo para que el Gobierno se comprometa a elevar en la próxima legislatura el SMI a una cantidad equivalente al 60% del salario medio real en España, tal y como recomienda la Carta Social Europea. Este porcentaje equivale a unos 850 euros mensuales por 14 pagas.
Tras el debate de investidura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo Gobierno se comprometió a elevar progresivamente el SMI con el propósito de que recuperase el poder adquisitivo perdido en los últimos años, el 6,6% en el periodo que va de 1996 al 2004.
El Gobierno prometió pasar de los 460,5 euros al mes que se pagaban en el 2004 a los trabajadores como salario mínimo a 600 euros a partir del 1 de enero del 2008. Tras sucesivas subidas anuales, en este momento, el SMI ya ha llegado a 540,9 euros y Trabajo insiste en que cumplirá su compromiso hasta el final.
CCOO y UGT consideran que esta cantidad está aún muy alejada de las recomendaciones de la Carta Social Europea y, en consecuencia, exigirán que el Gobierno socialista se comprometa a seguir elevando el SMI en la siguiente legislatura si gana las próximas elecciones.
COMPRENSIÓN EN ECONOMÍA
Fuentes del Ministerio de Economía señalaron que llegar al objetivo que plantean los sindicatos era perfectamente factible. "Una revalorización hasta llegar al 60% del salario medio español está en la mente del Gobierno, pero no es posible plantearse más cosas cuando, además, es innecesario ya que estamos garantizando subidas mayores que el propio IPC en favor del poder adquisitivo de los trabajadores", afirman.
El Gobierno no comparte la aspiración sindical de que el SMI se revalorice cada año por ley en función del IPC –como sucede con las pensiones–. Tanto Ferrer como su homólogo en CCOO, Ignacio Fernández Toxo, recuerdan que el Consejo de Ministros de diciembre del 2004 se comprometió a aprobar este mecanismo de subida anual del SMI. Economía asegura que nunca hubo un compromiso en firme del Gobierno para la revalorización automática.
La principal oposición a este sistema provino de la CEOE. La patronal decía la pasada semana que mantendrán la misma postura en contra de la indexación automática del SMI. "No nos gustaba que el Gobierno acordará elevar el SMI hasta los 600 euros al mes, pero aceptamos la subida porque estaba en su programa electoral. Pero nos pusimos en contra de establecer por ley y de forma automática un sistema de revalorización anual porque podemos pactarla con los agentes sociales en función de la realidad económica del momento", explica la patronal.
Las presiones sindicales con el SMI se añadirán a la campaña que desarrollarán en grandes empresas para establecer un salario mínimo mensual de convenio de 1.000 euros, que supone el 60% del sueldo medio en estas empresas.
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