Los principales sindicatos franceses instaron ayer al conservador Nicolas Sarkozy a respetar "la democracia social" y negociar sobre las reformas que quiere implantar, y le advirtieron contra la toma de medidas "por la fuerza".
Sarkozy, que asumirá el cargo el próximo día 16, quiere una negociación antes de junio con los sindicatos para la instauración de servicios mínimos en caso de huelga en el transporte público. Si no hay acuerdo, habrá una ley en otoño.
Y para septiembre planea cuatro "grandes conferencias sociales" sobre la paridad salarial hombre-mujer, la "seguridad social profesional", la renovación de la democracia social y las condiciones de trabajo.
"El método que escoja el jefe de Estado para impulsar las reformas será determinante", afirmó la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), al día siguiente de la victoria de Sarkozy sobre la socialista Ségolene Royal.
Para la CFDT, el impulso cívico que se ha manifestado durante la campaña llama a "una renovación de la vida democrática", que es "inseparable de una modernización de la democracia social", cuyos elementos esenciales son "la escucha, el respeto de los agentes sociales, la calidad del diálogo y la negociación".
El líder de Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, advirtió por su parte de que si el futuro Gobierno trata de imponer medidas "por la fuerza", habrá "un efecto de bumerán en algún momento".
"Esperamos para ver las decisiones que se tomen o los anuncios que se hagan", agregó Mailly, antes de añadir que "se conocen nuestras posiciones y las defenderemos".
Si bien reconoció "la plena legitimidad" del resultado de las elecciones, advirtió de que "la gente no ha elegido a alguien que tiene todos los poderes".
Para la Confederación General del Trabajo (CGT), "la democracia no se reduce a la expresión ciudadana en una elección" sino que "la democracia social debe ocupar todo su lugar".
Durante la campaña, el secretario general de la CGT, Bernard Thibault, había alertado contra la visión "ultraliberal" del candidato de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP).
La CGT indicó que las principales organizaciones patronales, el Medef y la CGPME, "se felicitan ya" de la elección de Sarkozy y le brindan su apoyo para "la rápida puesta en marcha de las reformas preconizadas por ellas".
Por su parte, el líder del sindicato UNSA, Alain Olive, afirmó que Sarkozy "no es el presidente de uno de cada dos franceses" sino de "todos" ellos, y que le incumbe demostrarlo "haciendo que su victoria electoral, con el 53% de los votos, no se traduzca en la derrota del 47%" de los franceses que votaron por su rival".
Mientras, las principales organizaciones patronales felicitaron a Sarkozy por su elección y la principal de ellas, Medef, prometió "contribuir con entusiasmo a la escritura de la nueva página que se abre para Francia".
La Confederación General de Pequeñas y Medianas Empresas (CGPME), por su parte, recordó sus expectativas en materia fiscal y social para las pymes, mientras que la Unión Profesional Artesanal (UPA) llamó a una reunión rápida del futuro Gobierno con los interlocutores sociales.
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