Así, pese a que países como Ecuador, Colombia o Perú siguen teniendo una presencia mayoritaria, sufrieron caídas en 2006, mientras que Marruecos incrementó su participación en más de dos puntos (9,5% al 11,7%). También destacó el incremento en el número de trabajadores de Rumanía, que pasaron de representar un 3,8% a un 5% del total de trabajadores extranjeros en España.
El informe apunta, pese a esta tendencia, que el 45% de los trabajadores extranjeros contratados en España en los últimos dos años llegaron procedentes de Centro y Sudamérica, mientras que el 30% eran originarios de África (más del 17% de los países del norte de África y el resto del África Subsahariana).
Con todo, el estudio señala un reparto heterogéneo de los trabajadores extranjeros por todo el territorio español. Así, mientras que en Madrid predominan los trabajadores ecuatorianos, en Cataluña son los marroquíes los más habituales.
Por otro lado, también señala que estas proporciones suelen tener una correspondencia con el número de extranjeros residentes en cada provincia, con excepciones como el caso de Tenerife y Mallorca, donde el gran número de alemanes residentes no se ve reflejado en un mercado laboral conformado por otras nacionalidades; o el de Málaga y Alicante, con una predominante población extranjera residente de nacionalidad inglesa.
CATALUÑA, TIERRA DE ACOGIDA.
Cataluña es una tierra de acogida a la vista del peso que presentan los trabajadores extranjeros allí empleados. Así, Girona (35%), Lleida (51%) o Tarragona (21%) son las tres provincias que encabezan el ranking nacional.
Le siguen Baleares (22%), Navarra (23%), La Rioja (25%), Zaragoza (25%) y Guadalajara (32%). En el resto de las provincias su peso es inferior al 20%, correspondiendo los menores porcentajes a las provincias del oeste.
Según el mapa resultante de esta distribución, el informe apunta que los trabajadores extranjeros se concentran en las zonas tradicionalmente industriales y turísticas de la costa. Además, los puestos más representativos son los vinculados a la producción, servicio de limpieza, administrativos y de hostelería.
Por otro lado, la edad media de los trabajadores extranjeros es superior a la de los españoles. Concretamente, se concentran entre los 30 y los 29 años, frente a la franja de entre 16 y 24 años de los nativos.
En cuanto al sexo, no existe una tendencia unitaria, sino que este factor depende de la nacionalidad del trabajador. Así, apenas hay mujeres trabajadoras procedentes de países de Asia o África, con porcentajes inferiores al 10%, mientras que la participación de las mujeres de Latinoamérica (60%) es muy superior.
MAYOR NIVEL DE ESTUDIOS PRIMARIOS.
En referencia a la cualificación de los trabajadores extranjeros, éstos presentan estudios primarios en el 44% de los casos, frente al 34% de los empleados españoles.
Además, en los últimos dos años se ha producido un incremento de dos puntos en los trabajadores con estudios primarios, bajando aquellos con estudios secundarios y sin producirse cambios significativos en el porcentaje de trabajadores con estudios superiores.
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