El director de Recursos Humanos de PSA Peugeot-Citroën, Jean-Luc Vergne, justificó ayer la decisión de la empresa de recortar 4.800 empleos en Francia en 2007 por la degradación de las ventas en Europa occidental y de la rentabilidad.
PSA celebró el miércoles una reunión con el comité central de empresa al objeto de explicar a los representantes de los trabajadores más detalles sobre este recorte de empleo, que se llevará a cabo sin despidos, mediante bajas voluntarias y jubilaciones no cubiertas.
Vergne aseguró que la caída de las ventas y la rentabilidad han obligado, para recuperar la empresa, a acelerar la reducción de costes y de gastos estructurales. 'Hemos decidido no recurrir a planes sociales con despidos, pero no cubriremos las bajas que se produzcan', subrayó.
Según los medios de comunicación franceses, el recorte de 4.800 empleos incluye a 1.200 técnicos, 1.800 operarios de producción y otros 1.800 trabajadores administrativos.
Las instalaciones más afectadas serán los centros técnicos de Vélizy, Carrières-sous-Poissy, Sochaux-Belchamp y La Garenne, aunque la mayor parte de las plantas se verán afectadas de alguna forma.
PSA Peugeot-Citroën anunció el pasado año medidas de ajuste entre las que se incluía la eliminación de 10.000 puestos de trabajo en Europa, si bien 7.000 bajas ya se han llevado a cabo.
El presidente de la corporación, Christian Streiff, tiene previsto presentar el nuevo plan de acción, conocido como CAP 2010, en la junta general de accionistas de la empresa, que se celebrará el próximo 23 de mayo.
El principal objetivo de este plan estratégico es recuperar la senda del crecimiento con cuatro ejes primordiales: la calidad, los costes, el producto y la internacionalización.
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