El presidente electo francés, Nicolas Sarkozy, discutió ayer lunes reformas laborales con líderes sindicales y empresariales, mostrando su determinación de actuar con rapidez sobre sus promesas de campaña, incluso antes de asumir el cargo.
Sarkozy jurará como presidente mañana miércoles, tras ganar la elección del 6 de mayo con una promesa de reestructurar la economía de Francia, principalmente conteniendo las huelgas en los monopolios del sector público y reformando las restrictivas leyes laborales.
Los analistas dijeron que las conversaciones reflejaron su estilo práctico y su deseo de llegar a los sindicatos, que en su gran mayoría se oponen a las reformas.
Los sindicatos advirtieron de protestas si el líder de la derecha intenta poner en marcha los cambios, diciendo que su amplia victoria no le da derecho a actuar unilateralmente.
Sarkozy ha expresado que permitirá que los "socios sociales" de Francia -los líderes sindicales y empresariales- negocien los detalles de muchos acuerdos, en tanto cumplan sus objetivos en un marco de tiempo realista.
François Chereque, líder del sindicato moderado CFDT, instó al nuevo presidente a consultar primero a representantes de las empresas y los trabajadores, en vez de avanzar con nuevas leyes.
"Tomar decisiones solo lleva a más problemas que reformas," dijo Chereque a radio RTL, señalando la fallida ley de empleo juvenil del año pasado, que forzó al Gobierno conservador a realizar una rectificación humillante.
"No esperamos que el presidente ceda en sus propuestas, sino más bien que, como él mismo repitió durante su campaña electoral, dé una posibilidad a las negociaciones (…) Si podemos llegar a los mismos objetivos a través de la negociación, él debería dejarnos hacerlo," agregó.
Sarkozy tenía previsto reunirse más tarde con el titular del grupo de líderes empresariales Medef, Laurence Parisot, seguido de Bernard Thibault, quien encabeza el poderoso sindicato CGT, que ha sido uno de los críticos más abiertos de los planes laborales de Sarkozy.
"SARKO VELOZ"
El matutino económico Les Echos dijo que las reuniones del lunes son "increíblemente raras para un presidente, y sin precedentes para un presidente antes de asumir el cargo."
"La señal de que está 'escuchando' es importante para el presidente electo, que está buscando balancear su deseo de actuar rápidamente y liderar desde el frente (…) con el respeto por el diálogo social que ha prometido durante la campaña electoral," añadió.
Una primera prueba para Sarkozy será cuando avance con su plan de garantizar servicios mínimos de transporte durante las huelgas.
Los sindicatos dicen que el proyecto para asegurar tres horas de servicios durante las horas de mayor tráfico de la mañana y la tarde no funcionará, y algunos economistas dudan de los beneficios prácticos.
Los estudiantes ya han protestado contra los planes para dar mayor autonomía financiera a las universidades y permitir una selección más importante en las admisiones, pero se espera que haya más oposición de parte de los trabajadores.
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