Las prejubilaciones están en boga: cada vez más empresas optan por meter savia nueva en sus plantillas, lo que pasa por el retiro de los trabajadores más mayores. Tanto es así, que en los últimos diez años se han incorporado al régimen de prejubilaciones cerca de 300.000 personas, cifra que se incrementa a un ritmo de 50.000 trabajadores al año.
Los datos proceden de un estudio de la escuela de negocios Esade –Turismo de negocio–, que apunta que esta práctica pasa principalmente por “invitar a los trabajadores menores de 60 años a abandonar la compañía a cambio de percibir entre el 60% y el 90% de su sueldo fijo, mientras que la empresa continúa costeando la Seguridad Social”.
La alerta no es nueva, pero es ahora cuando las organizaciones de consumidores hacen sonar las alarmas ante este tipo de procesos, como es el caso de Consumer. Esta asociación denuncia que detrás de esta tendencia se esconde el “presunto objetivo de aumentar la competitividad o de abaratar costes”.
Asimismo, advierte de que “esta constante puede causar un impacto perjudicial en las personas que aceptan el cese laboral, sino que también influye de manera negativa en el régimen de pensiones estatal”. En esta línea, los consumidores apuntan que “en muchas ocasiones los empresarios sólo tienen en cuenta los costes que acarrean los trabajadores de larga trayectoria y no consideran el valor añadido que puede aportar a la empresa”.
Para avalar sus tesis, la organización cita un informe de otra una escuela de negocios: Las prejubilaciones y su impacto en la persona, en la empresa y en el sistema de pensiones, elaborado por el IESE. En él, su autor, Sandalio Gómez, explica que el incremento de las prejubilaciones incide de manera negativa en el mercado laboral, con miles de personas de más de 50 años y menos de 65 que se enfrentan a “grandes restricciones para reingresar a este mercado a causa de la edad y de los acuerdos alcanzados con la compañía que lo ha dejado cesante”.
Pero el ahorro que suponen las prejubilaciones para las empresas que preconizan estos estudios amenaza con tener el efectos inverso: puede hacer entrar a las compañías en un proceso de reducción de márgenes, ya que la adaptación de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) obliga a cargar el coste de este tipo de reducciones de personal contra las cuentas de resultados.
Rebaja de márgenes del 15%
Esade y el centro de análisis Grupo de Desarrollo Organizacional cifran entre el 10% y el 15% la rebaja de los beneficios de las empresas que decidan rejuvenecer sus plantillas vía prejubilaciones. La reforma contable por iniciativa comunitaria –como respuesta parcial al escándalo de la empresa norteamericana Enron–, “afectará a los resultados corporativos y se producirá una fuerte caída de las jubilaciones anticipadas”, según revelan Luis Fernando Rodríguez y José María Gasalla.
Y es que lo que los expertos denominan “síndrome de la prejubilación” comienza a producirse a los 40 años de edad de los trabajadores. En esta etapa vital, los empleados comienzan a pensar que pueden ser objetivos de esta práctica empresarial que suele afectar a los trabajadores con una edad comprendida entre los 45 y 55 años.
Los centros de estudios aconsejan a las compañías que los trabajadores más veteranos se conviertan en tutores de los recién llegados, de forma que se produzca una transición renovadora de la plantilla. Éstos, en lugar de estar quemados, son útiles: el 67% de los jubilados de forma anticipada siguen trabajando en su sector.
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