La “continuidad” y la “estabilidad” han marcado el comportamiento de la economía canaria en el arranque de 2007, protagonizado por el importante dinamismo del empleo, aunque también se aprecian síntomas de debilitamiento de la demanda interna. Esta es una de las conclusiones a la que llegaron el director general de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Vicente Dorta Antequera, y el gerente de Empresa de la Caja Rural en Tenerife, Antonio Javier González Oramas, durante la presentación del Boletín de Coyuntura Económica del I Trimestre de 2007.
El director de la Cámara aseguró que el principal causante del debilitamiento de la economía canaria es la desaceleración que en los últimos meses afecta al crecimiento del sector de la construcción, una tendencia que también se repite en el conjunto del país, donde las previsiones de moderación no son tan evidentes como en Canarias, puesto que están siendo contrarrestadas por un fuerte empuje del sector industrial y de las ventas en el exterior.
En este sentido, desde el Servicio de Estudios de la Cámara se asegura que el comportamiento del empleo ha sido el gran aliado de la economía canaria durante el primer trimestre, aunque también representa una amenaza para su sostenibilidad en los próximos meses.
Tal y como comentó la directora del Servicio, Lola Pérez Martínez, la buena situación del mercado laboral estuvo marcada por la creación durante el primer trimestre de 27.900 nuevos empleos en las Islas, que no sólo cubrió el incremento de la población activa registrado en ese mismo periodo sino que, además, posibilitó que se redujese el número de parados en 10.800 personas, según se desprende de los datos de la Encuesta de Población Activa.
Un avance que afectó a todos los sectores, salvo el industrial, donde el empleo cayó un 13%, y que posicionó a Canarias como la comunidad autónoma en la que más disminuyó el paro durante el primer trimestre (10.800), reduciendo la tasa de paro canaria (-1,25 puntos) hasta el 10,23%.
Esta trayectoria está avalada, además, por los datos del INEM, que indican que el desempleo en las Islas se redujo un 4,5 por ciento durante los tres primeros meses del año en comparación con el de hace un año y los datos sobre afiliados a la Seguridad Social que confirman, a su vez, la buena evolución de la ocupación con un aumento en su media del 4%.
Por su parte los precios, según el IPC elaborado por el INE, subieron un 0,4% en el primer trimestre del año, lo que contribuyó, junto con el empleo, a que el consumo interno se mantuviese dinámico, tal y como se aprecia en el Índice de Comercio al por menor (ICM) a precios constantes, que aumentó un media de un 5,8 por ciento en el primer trimestre.
Signos de debilitamiento
Sin embargo, Lola Pérez explicó que comienzan a aparecer signos de que la demanda interna empieza a debilitarse, tal y como se aprecia en el número de matriculaciones de turismos que, en el primer trimestre del año experimentó un descenso del 5% respecto de los matriculados en el mismo periodo de 2006. Conducta similar a la del número de matriculaciones de camiones y furgonetas los cuales acusaron un descenso del 0,9%.
Por su parte, las empresas empiezan a moderar su confianza en el segundo trimestre del año, manteniendo, por segundo periodo consecutivo, una tendencia a la baja en sus previsiones. Así, las respuestas empresariales recogidas en el Indicador de Confianza Empresarial denotan signos de desaceleración de la actividad productiva que anuncian moderación en el empleo y en la inversión, debido al aumento de las dificultades de financiación de nuestras pequeñas y medianas empresas.
En este sentido, el gerente de Empresa de la Caja Rural destacó una caída considerable de las solicitudes de financiación que presentan las empresas, hasta el punto de que, “a día de hoy, apenas se ha cubierto el 60 por ciento de las líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), cuando otros años a estas alturas estaban totalmente agotadas”, explicó.
Por todo ello y aunque el comportamiento del empleo seguirá sosteniendo la actividad en el corto plazo, la previsión para los próximos meses es de moderación ya que la ocupación generada ha venido de la mano de la construcción y, en menor medida, del sector servicios, ambos afectados por claros síntomas de agotamiento.
Una desaceleración que impedirá continuar con los actuales niveles de ocupación y que incluso podrá conducirnos a un aumento de la tasa de empleo. Por este motivo “habrá que seguir con detenimiento la evolución del empleo en todos y cada uno de los sectores de actividad, para anticiparnos a cual va a ser el proceder de nuestra economía y si la misma está comenzando a perder fuerza”, aseguró la directora del Servicio de Estudios.
Asimismo, Lola Pérez se refirió al debilitamiento del consumo que no sólo puede venir arrastrado por el incremento del desempleo, sino por la pérdida de poder adquisitivo que se está produciendo en los hogares canarios motivado, como ya se ha apuntado en otras ocasiones, por el alto nivel de endeudamiento de las mismas y el progresivo aumento de los tipos de interés.
Nuevo modelo
En este contexto, Vicente Dorta Antequera recordó que, pese a todo, los datos del primer trimestre han sido positivos, “por lo que no hay que ser alarmistas sino cautos y previsores”.
En opinión del director de la Cámara, el sector empresarial debe apostar en firme por mejorar la productividad del factor trabajo, y contribuir a reequilibrar el actual modelo de crecimiento económico. “Hay que apoyar la innovación y la difusión tecnológica, especialmente en los sectores calificados como de media y baja tecnología, e invertir más en sectores relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ya que los mismos tienen un papel primordial en la difusión del cambio tecnológico y en las mejoras de la productividad y el empleo”, señaló el director cameral.
Dorta Antequera considera importante, además, involucrar al sistema educativo en este cambio, de manera que “se puedan cubrir las debilidades de nuestros trabajadores y nos permita ajustar en la medida de lo posible la demanda y la oferta de empleo”. Asimismo, abogó por mejorar la cualificación de nuestros recursos humanos “apostando por una formación continua y especializada que nos permita ir diferenciarnos y hacernos más competitivos”.
Otra de las medidas propuestas por la Cámara, pasa por “dotar de mayor flexibilización del mercado laboral para reducir las elevadas tasas de contratación temporal y favorecer la movilidad laborar tan necesaria en nuestras islas”.
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