La Confederación Europea de Sindicatos (CES) pidió ayer a los líderes de la UE que la revisión del Tratado constitucional "no suprima ni debilite" la Carta de derechos fundamentales, texto que recoge los derechos sociales básicos de los ciudadanos.
Los sindicatos recordaron en un comunicado "las consecuencias potencialmente peligrosas del abandono de los componentes del proyecto de Constitución que más importan a ciudadanos y trabajadores".
Además, lamentaron que las negociaciones para la revisión del Tratado se estén llevando a cabo "a puerta cerrada y sin participación directa de la sociedad civil europea ni de los interlocutores sociales".
Para la CES, toda nueva propuesta de Tratado debe, tal como hace el texto actualmente ratificado por 18 países de la Unión, "constituir un avance para la Europa social".
El punto que más rechazo suscita en los sindicatos es la eventual "supresión o debilitamiento de la segunda parte de la Constitución, es decir, la Carta de derechos fundamentales, que representa el más importante progreso logrado en favor de los ciudadanos europeos y que debe convertirse en jurídicamente vinculante".
El secretario general de la CES, John Monks, opinó que "las disposiciones y objetivos que refuerzan el papel de los interlocutores sociales son indispensables si queremos que los trabajadores de toda Europa respalden una propuesta de compromiso" sobre ese texto.
"Necesitamos una dimensión social más fuerte, que responda a las preocupaciones sobre cuestiones como la seguridad laboral, las reestructuraciones y la mundialización", agregó Monks.
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