Paul Wolfowitz , todavía presidente del Banco Mundial , se embolsará casi un millón de dólares (unos 740.000 euros) como indemnización a su salida de la organización el próximo 30 de junio.
Por otra parte, su novia, Shaha Alí Raza , también podría acabar cobrando una pensión de unos 110.000 dólares (81.500 euros) si mantiene su actual puesto, algo improbable con la salida del mandatario.
La cifra es el resultado de la suma de los 407.000 dólares de su salario, más una remuneración de otros 400.000 dólares por estar en el cargo más de dos años. El ex-ministro de defensa y uno de los ideólogos de la invasión iraquí, asumió el cargo como presidente del BM el 1 de junio de 2005, por lo que el 30 de junio habrán pasado los dos años de rigor.
Además, Wolfowitz, único presidente en la historia del BM que ha dimitido. se beneficiará de una pensión garantizada para el resto de su vida, por estar esos dos años al frente de la organización. Quizás ahora pueda comprar calcetines.
Los principales objetivos de la era Wolfowitz han sido, entre otros, la reforma de los sistemas administrativos de los países en vías de desarrollo, la moderación salarial de los funcionarios o la introducción de elementos de mercado en el sistema de pensiones.
Incógnitas sobre el sucesor
Paul Wolfowitz renunció a la presidencia del Banco Mundial y así puso fin a una larga polémica en torno a su liderazgo. Sin embargo la próxima batalla será ahora para Estados Unidos sobre quién debería suceder a Wolfowitz. Su dimisión el pasado jueves, forzada por un escándalo en torno a la gestión de un ascenso y alza salarial que recibió su novia , entrará en vigor el 30 de junio.
Entretanto, se piensa en varios "pretendientes" para dirigir a una de las organizaciones más importantes del mundo. La prensa estadounidense da los nombres de Paul Volcker , ex presidente de la Reserva Federal; Tony Blair , primer ministro británico y Stanley Fischer , gobernador del Banco de Israel.
El Banco Mundial se encuentra actualmente en estado de parálisis y se reabre el debate sobre quién es el responsable de designar al nuevo presidente. Numerosos países, entre ellos India o Pakistán, han presionado a la administración estadounidense para la toma de esta decisión sea multilateral.
En todo caso, la misión primordial del próximo presidente del BM será escuchar a los 185 países miembros y persuadir a los donantes (países desarrollados en su mayoría) para que contribuyan con 25.000 millones de dólares, con el fin de paliar la pobreza en el tercer mundo.
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