Según la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo
El 90% de los inmigrantes que residen actualmente en España pasaron por una fase en la que se encontraban ilegalmente en el territorio nacional, según el informe "Políticas de integración de inmigrantes en Europa", de la Fundación Europea para la mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, una institución dependiente de la Comisión Europea.
Los autores del informe, al que tuvo acceso Servimedia, analizan las políticas de inmigración de 12 paises europeos y, en el caso español, apuntan que, "pese a los programas de regularización", estimaciones recientes fijan "entre 800.000 y 1.300.000" el colectivo de inmigrantes indocumentados que habría en España.
Cabe concluir, apuntan, que pasar por un periodo de clandestinidad resulta ser una "fase normal" en la "biografía" de un inmigrante en España, al igual que ocurre en Italia.
A ello también habría contribuido en el pasado el hecho de que, "además de las entradas y permanencias ilegales, las autoridades españolas han convertido a inmigrantes regulares e irregulares al no renovar permisos de residencia antes de su vencimiento debido a la falta de personal" para atender esos trámites.
El informe se hace también eco de una estimación según la cual el 46% de los inmigrantes inscritos en los padrones municipales para poder acceder a la asistencia sanitaria no tienen un permiso de residencia en regla.
Pero también indica que el número de inmigrantes apuntados en esos registros supera probablemente a la cifra real debido a que no se dan de baja cuando cambian de ciudad.
Los autores del estudio subrayan que, "debido a su larga tradición de típico país de emigrantes, España no ha tenido políticas de inmigración hasta los años ochenta", si bien, desde entonces, "con el recuerdo del régimen de Franco todavía fresco, la defensa y reconocimiento de iguales derechos y libertad a toda persona que viva en el territorio nacional ha jugado un papel especial en la filosofía de integración de España".
Además, y en línea con "el fuerte énfasis dado a las culturas regionales representadas políticamente en las autonomías, España tiende a promover y reconocer la autonomía cultural de sus inmigrantes".
El informe también contiene un análisis de las políticas de inmigración realizadas en 14 ciudades europeas, entre ellas Madrid, de la que dice que "en años recientes ha experimentado un aumento sin precedentes en la población de inmigrantes", y señala los mecanismos impulsados por el Ayuntamiento para "responder a las necesidades de sanidad, educación y servicios sociales" de este colectivo.
También hace referencia al Plan Madrid de Convivencia Social e Intercultural puesto en marcha por el Ayuntamiento de la capital en marzo de 2005, tras un debate entre responsables de las administraciones públicas y de las ONG, y que tiene por objetivo poner de manifiesto la responsabilidad mutua de nativos e inmigrantes a la hora de conseguir la integración y mejorar la convivencia entre unos y otros en los barrios.
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