La multinacional estadounidense GDX Automotive ha anunciado el cierre de las instalaciones de Palua-Solità i Plegamans y el despido de sus 740 trabajadores. El cierre se realizará en tres fases y esta previsto que la planta deje de funcionar en abril del próximo año.
El grupo comunicó que la próxima semana tiene previsto presentar un ERE tras acumular pérdidas por valor de 18 millones de euros en 2006 y de 5 millones en los cuatro primeros meses del año.
La compañía ha indicado que esta decisión se ha tomado por la pérdida de confianza de algunos clientes, lo que provocó un descenso de la producción.
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