Ganar 1.000 euros al mes puede ser una miseria o una fortuna. Todo depende del nivel de gasto que tiene que soportar una persona. Ser mileurista y ser de Burgos capital lleva aparejado un problema: el alto porcentaje del sueldo que hay que destinar para la compra o el alquiler de una vivienda, un hecho que merma el poder de compra de otros bienes y servicios para el ciudadano. Pero ser mileurista, vivir en un pueblo o en una capital como Badajoz, por ejemplo, donde las casas cuestan la mitad, pues se puede llevar con bastante dignidad.
En la provincia de Burgos, de los 118.648 asalariados dados de alta en la Seguridad Social, en torno al 70%, unos 80.000, tienen un sueldo situado en la franja de los 1.000 euros, según lo cálculos de UGT a partir de las tablas salariales de los convenios que se negocian en la provincia. Algunos de ellos, según explica su secretario general, Julián Juez, completan su salario con pagas por incentivos u horas extras y «esto puede hacer que su sueldo llegue a los 1.100 ó 1.200 euros».
Por regla general, superan los 1.000 euros de largo el personal de alta dirección, los técnicos, peritos y ayudantes titulados y los ayudantes no titulados. Los oficiales administrativos también, pero hay sectores como el de la repostería o el del comercio del calzado que se mueven ya en torno a esos 1.000 euros. En otros convenios, como el de la construcción, el del transporte o el de oficinas y despachos, el salario de los oficiales administrativos oscila entre los 1.200 y los 1.500 euros al mes.
A partir de la categoría de subalterno, raro es el convenio que establece salarios superiores a los 1.000 euros, como no sean los de la construcción y el siderometalúrgico. Los auxiliares administrativos en algunos sectores, como el de confección o servicios de atención a personas dependientes, están por debajo de esa cifra, en torno a los 800 y 900 euros.
Los oficiales de primera y los especialistas cobran algo más de 1.000 euros. En oficinas y despachos, por ejemplo, cobran 1.300 y 1.200 euros. Pero hay otros como lanvanderías y limpieza, donde no llegan a los 800 euros. Y los peones ganan más de 1.000 euros, 90 ó 100 más, en el sector de la construcción, el siderometalúrgico y en el del transporte.
Entre los funcionarios, más de 23.000 en la provincia entre todas las administraciones, cobran más de 1.000 euros los de las categorías A y B, los menos numerosos. En torno a los 1.000 ganan los del grupo C y menos los del grupo D, auxiliares administrativos en su mayoría. Aunque, como publicó este periódico, hay importantes diferencias entre los salarios de la Junta y el Estado (17.000 trabajadores), que son los más bajos, y los de la Diputación y el Ayuntamiento, más elevados, sobre todo los de la primera Administración.
Los que anhelan 1.000 euros
Muchos son mileuristas, pero no son pocos los que anhelan serlo. En torno a 1.500 personas trabajan por el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), 570 euros mensuales en la actualidad. Se trata de trabajadores sin convenio colectivo, como pueden ser los del sector vitivinícola, que además sufren los problemas de tener un empleo estacional.
El colectivo donde más abundan esos sueldos de 1.000 euros es el de los jóvenes. El salario, unido al alto precio de la vivienda, indica Julián Juez, «es el principal motivo por el que tardan tanto en emanciparse». «Para empezar, una persona sola, con ese sueldo, no puede pagarse una casa y comer todos los meses, con lo cual ya hay que esperar a tener pareja, hipotecarse, etc», explica.
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