Un estudio que ha sido realizado en Granada demuestra que la proporción de interrupciones del embarazo en mujeres inmigrantes es muy superior al de las granadinas: casi cinco veces más. El trabajo ha sido realizado por la clínica Ginegranada, autorizada por la Consejería de Salud de la Junta para practicar este tipo de intervenciones, y revela también esta tendencia: la proporción de abortos en las inmigrantes es cada vez mayor.
Según las explicaciones de la directora de Ginegranada, Francisca García, el estudio que ha realizado pretende conocer mejor las pautas sexuales y reproductivas de las mujeres inmigrantes, que están cada vez más presentes en la sociedad española. La idea de Ginegranada es la de que ese mejor conocimiento de los patrones sexuales de las inmigrantes puede evitar cientos de embarazos no deseados. El estudio también se planteó saber con más detalle asuntos como el uso de anticonceptivos en este sector de la población o las causas de sus embarazos.
Para ello, Ginegranada seleccionó 1.000 historias clínicas de pacientes que acudieron a este centro en 2006 para someterse a una interrupción voluntaria del embarazo. Una de las conclusiones más llamativas del citado estudio es esta: de esas 1.000 mujeres que interrumpieron su embarazo, 344 son inmigrantes, es decir, algo más de una tercera parte: el 34,4por cien.
Incremento
Si se compara ese dato con el registrado en 2004, se observa que la tendencia es la del incremento del aborto en inmigrantes en relación a las granadinas. Y es que en 2004 las interrupciones del embarazo en este colectivo representaban el 26,6por cien del total, o sea, un 8 por ciento menos que ahora.
Hay que tener en cuenta que las inmigrantes protagonizan un tercio de los abortos, pero en realidad son una parte muy pequeña de la población si se comparan con el total del censo.
Para conocer la verdadera dimensión de las interrupciones del embarazo entre ese grupo, es necesario establecer su proporción respecto a la población de Granada. Los datos son: según el Instituto Nacional de Estadística, en la provincia residen 170.047 mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años. Por lo que respecta a las inmigrantes, en Granada viven unas 19.500, según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que Granada Acoge aportó a Ginegranada para la realización del estudio.
Para obtener una proporción, si se cruzan esos datos con el hecho de que el 34,4por cien de las interrupciones del embarazo corresponden a inmigrantes, la conclusión es esta: en términos comparativos, las inmigrantes abortan casi el quíntuple que las ciudadanas granadinas.
Dificultades económicas
Según las indicaciones de la doctora García, el principal motivo que las afectadas aluden para interrumpir su embarazo es su precariedad económica. Tal situación de pobreza está directamente relacionada con su condición de inmigrantes y con la precariedad laboral, así como la existencia en general que padecen. En esa tesitura, no pueden hacer frente a los gastos derivados de la crianza y manutención de un hijo.
Y es que casi dos tercios de las que optaron por la interrupción del embarazo ya eran madres. De hecho, en la mayor parte de los casos los hijos siguen residiendo en su país de origen, En sus condiciones, la llegada de un segundo o un tercer hijo se hace insostenible.
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