El ministro de Trabajo y Empleo, Jesús Caldera, entregó el lunes la Medalla al Mérito en el Trabajo al fundador de la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual (ASPANA), Rogelio Ruiz, que a sus 94 años ha visto como los niños, jóvenes y la sociedad en su conjunto "te devuelven una parte de lo que nos has dado todos los días" con una labor en la que "has demostrado que todos podemos estar en el mundo, especialmente los que padecen necesidades y tienen más problemas".
Así lo indicó el ministro en el Teatro Cervantes de Campo de Criptana (Ciudad Real) ante unos 200 vecinos, donde reconoció además la "larga vida" de Rogelio Ruiz en la que ha dado muestras de una "generosidad" sin límites, algo, insistió, que le ha hecho acreedor de "la más alta categoría de las medallas, la de oro", acorde en este caso "a la persona y la labor".
El ministro indicó que para Ruiz "y para una gran mayoría de españoles, democracia, además de otras cosas, significa asumir el respeto a la diferencia", y pensar en los demás y trabajar "con ellos y para ellos" ya que esta forma de actuar y pensar dará "mayor calidad de vida a todos" y blindará "contra fundamentalismos y contra las prácticas discriminatorias".
Se trata por tanto, dijo, de un título "ganado con trabajo y tesón" desde una apuesta por la solidaridad, un valor de justicia que con su ejercicio compensa la insuficiencia y los repartos desiguales. Ruiz ha sido capaz, explicó al respecto, de realizar un trabajo público tratando de "hacer mejor la vida de la gente".
Por eso, continuó, si en cualquier otra circunstancia este galardón es una alegría y reconocimiento, en este caso, reconoció el ministro que se siente "especialmente congratulado de haber reconocido la infatigable labor de una persona que ha mantenido y sigue manteniendo siempre encendida la llama de sus ideales".
Caldera mostró su admiración por el hecho de que aún tenga "intacto" el espíritu de trabajo "por mejorar las condiciones de vida de tus semejantes", algo que comenzara a hacer desde su colegio salesiano 'San Miguel Arcángel' de Madrid, cercano a la Casa de Campo. Así, dijo que "nos sentimos reflejados en tus valores y te admiramos".
Recalcó que la más antigua definición de trabajo extiende este concepto más allá de la actividad física y mental, "al conocimiento y al saber humano" y la distribución de servicios de manera colectiva, y, como dijera Francisco Giner de los Rios, a las necesidades y deberes humanos. Y esta significación, destacó, es la que ha recibido Ruiz por su aplicación "generosa, inteligente y constante" durante más de 65 años de trabajo por los demás, siempre, recordó "con el apoyo de su esposa Maruja".
Unos minutos antes, y tras la lectura del Real Decreto de concesión de la Medalla de Oro a Rogelio Sánchez Ruiz del mes otorgada en diciembre de 2006, el homenajeado, agradeció a los que le acompañaron en "tan honda ocasión" su presencia, ya que tiene un gran valor.
Reconoció emocionado sentirse muy feliz por una vida de trabajo "que ya va siendo larga", y también por la consideración que se le profesa "en cualquier sitio". Por eso, destacó que "en serio, quiero a la gente", a su familia y a todos a los que "me entrego".
SER PROFETA EN SU TIERRA
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, tras felicitar al homenajeado por la Medalla y porque el 7 de junio cumplió 94 años, destacó que ésta es "una buena manera de celebrarlo" y reconoció que hay pocas ocasiones en las que una medalla esté "tan justificada".
Se trata, dijo Barreda, de 94 años de "esfuerzo, compromiso y volcado al servicio a los demás", en especial de las personas "que necesitan más" que se ocupen de ellas y por tanto, es "un ejemplo para el conjunto de la sociedad".
Felicitó en este sentido al Gobierno de la nación por este reconocimiento, pero sobre todo, agradeció a Rogelio Ruiz su labor porque es bueno que en la sociedad "haya personas como él" y confesó que le gusta que "los nuestros que destacan sean profetas en nuestra tierra" y que se les reconozca "en vida".
En este sentido, recordó su compromiso pedagógico a través de la Academia Cervantes, y desde 1971, en Campo de Criptana, sobre todo en las instalaciones del centro educativo 'María Auxiliadora', y que visitó el propio Barreda hace apenas unos días ya que se vio afectado por las tormentas del mes de mayo.
En el acto en el Teatro Cervantes estuvieron también el consejero de Bienestar Social, Tomás Mañas; el de Educación y Ciencia, José Valverde; el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, y el alcalde de Campo de Criptana, Santiago Lucas-Torres.
BIOGRAFÍA
Rogelio Sánchez Ruiz, nacido en La Puerta del Segura (Jaén) en 1913, empezó su carrera como profesor en Madrid, en el colegio salesiano 'San Miguel Arcángel' y en 1947 fundó la Academia Cervantes en Villanueva de los Infantes, donde impartió clases de bachillerato.
A los 58 años se trasladó a Campo de Criptana, donde la Delegación Provincial de Educación le propuso ocupar una plaza en Ciudad Real, y allí empezó a estudiar Pedagogía Terapéutica. De esta manera entró, por primera vez, en contacto con el mundo de la discapacidad.
Fue en 1974 cuando fundó ASPANA, la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual. A lo largo de estos años como presidente vitalicio de ASPANA ha conseguido que la asociación atienda a los discapacitados de la Comarca de Campo de Criptana a través de centros y servicios dotados de personal cualificado.
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