El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska ha acordado hoy archivar la investigación abierta contra el presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo, y otros tres directivos de la aerolínea por presunto fraude en la venta de billetes después de saber que iban a cerrar la compañía. En su auto, Marlaska acuerda el sobreseimiento libre al no haber encontrado "indicio alguno de criminalidad". Contra este auto cabe recurso de reforma o apelación en el plazo de tres días.
Los ingredientes para que haya estafa son: engaño, ánimo de lucro, perjuicio y relación causal. Y Grande Marlaska no los ha encontrado. Air Madrid no sabía la que se le venía encima cuando en noviembre vendía billetes de vuelo a sus clientes con total normalidad. Al menos, es lo que Marlaska ha concluido tras investigar desde el pasado mes de diciembre a los máximos responsables de la compañía .
Por tanto, Air Madrid no tenía la intención previa de incumplir los compromisos adquiridos con sus clientes, según se desprende del auto. Prueba de ello es que el dinero de los billetes vendidos a través de las agencias, la mayoría, tienen que pasar antes por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y la compañía lo embolsa a mes vencido. El juez Marlaska argumenta de este modo que Air Madrid no incumplió el contrato con el fin de estafar a sus clientes, aunque luego estos no disfrutaran del servicio que contrataron y por el que pagaron.
El auto también explica que el expediente abierto contra la compañía aérea que derivó en la suspensión de actividades respondía a las anomalías detectadas en los aviones, pero no a incumplimientos premeditados de la aerolínea con sus clientes.
Los implicados en el proceso
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), a la que se adhirieron las de Asgeco Confederación, Fuci y el particular Marcelo Amendola, fueron las que presentaron la denuncia contra los directivos de Air Madrid y los que motivaron la investigación iniciada el pasado mes de diciembre.
En el otro lado de la balanza, en el de los acusados, declararon como imputados el presidente de la compañía, José Luis Carrillo, el adjunto a la presidencia, Julio Miguel Martínez, la directora del departamento de Ventas, Silvia Avelar Bravo, y el director del departamento de gestión, Juan Barjau Romero. En calidad de testigos declararon el director general de Aviación Civil, Manuel Bautista, y el instructor del expediente abierto por la Dirección General de Aviación Civil contra Air Madrid, Javier Asenjo.
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