Los nombramientos en Radio Nacional de Juan Ramón Lucas para el ‘Magacin’ de actualidad que dará comienzo en septiembre ó la designación del periodista José Ángel Esteban como nuevo director de Programas, han sido recibidos con frialdad dentro de la plantilla de la radio pública. Los trabajadores de RNE, desmotivados por el ERE y por la marcha que está tomando la emisora, consideran que mientras no se solucione el problema laboral, los cambios de programación están condenados al fracaso.
La plantilla cree que los espacios nuevos como ‘España Directo’, (extraña que se realice un programa con el mismo nombre del que Mediapro realiza para TVE), el Programa de Cine, ‘Calenradio’, que es calcado al espacio ‘Archivo Sonoro’ que se emitía en Radio -5 hasta ahora, son soluciones que a largo plazo no solucionarán la grave crisis por la que atraviesa la emisora. Incluso, mientras históricos de la plantilla consideran que estos giros no hacen olvidar que cada día que pasa el Buque de RTVE se inclina un poco más hacia el Fondo. Muchos en la emisora recuerdan la película ‘Titanic’, ya que la lucha contra el ‘Iceberg’ se hace cada vez más cuesta arriba, sobre todo por el hecho de que en la Casa de la Radio no existen ‘conatos de rebeldía’. ‘Para una generación que nos consideramos "Rebeldes Sin Causa", que ya no nos impresiona nada y que amamos la belleza, estamos viendo como la estulticia marca la línea de flotación de este particular Titanic, que no deja que nadie destaque, que "corta las alas" a la persona independiente’, dice un avezado periodista abatido por las consecuencias del ERE en la plantilla. Por otro lado, nos llega el rumor de que pretenden sustituir a Fermín Bocos en Diario de la Noche, un buen profesional, pero según algún medio es ‘demasiado tibio’. La conclusión que hacen muchos trabajadores de toda esta política subterránea de acoso y derribo es que en RNE se pretende ‘cambiar todo para que nada cambie’ como decía el Conde de Lampedusa en la mítica película ‘El Gatopardo’. En RNE es igual, cambiar todo para que nadie sea feliz.
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