Los trabajadores de Correos británicos han convocado una huelga nacional para el próximo 29 de junio, la primera en once años que organizan los empleados postales, en protesta por sus condiciones laborales y salariales, anunció ayer el sindicato del sector.
Unos 130.000 miembros del sindicato se acogerán a la huelga del viernes de la próxima semana durante 24 horas, paralizando las entregas postales en el Reino Unido.
Los trabajadores de las principales oficinas de correos de todo el país también se sumarán a la acción y los sindicatos han amenazado con continuar en esta línea durante las dos primeras semanas de julio de no llegar a un acuerdo con Royal Mail.
El sindicato rechazó una oferta salarial del 2,5 por ciento y advirtió de que los planes de modernización de Royal Mail (Correos británicos) conducirían a un recorte en el servicio postal, y en la pérdida de 40.000 puestos de trabajo.
El vicesecretario general del sindicato, Dave Ward, acusó a Correos de 'engañar de forma deliberada' al público, al afirmar que el sindicato exigía un aumento en los sueldos del 27 por ciento y que se oponía a la modernización de este sector.
La huelga se producirá a los dos días de que el ministro de Hacienda, Gordon Brown, suceda a Tony Blair en la jefatura del Gobierno británico.
Ward sostiene que lo que está haciendo Royal Mail no es modernizar, sino 'tratar de recortar servicios, recortar trabajos y recortar salarios'.
Según este representante sindical, Correos 'se niega a llegar a un acuerdo'.
'El sindicato continúa comprometido para alcanzar un trato y hemos dado a Royal Mail una semana más para llegar a un acuerdo antes de que sea necesaria la huelga', indicó el representante sindical.
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