El presidente estadounidense, George W. Bush, explicó el sábado que el nuevo proyecto de ley sobre inmigración prevé que se prohíba de por vida la entrada en Estados Unidos, incluso con visado de trabajo o de turista, a cualquier inmigrante que sea detenido intentando cruzar ilegalmente la frontera. Bush emplazó al Senado a aprobar el nuevo texto en la votación que se celebrará esta misma semana a pesar del rechazo del primer borrador el pasado día 7.
Bush, que dedicó su discurso por radio semanal a esta nueva iniciativa legislativa preparada por una comisión bipartidista, insistió en las "necesarias" reformas en el ámbito migratorio. Una de las medidas que prevé, según recordó, es la posibilidad de retener de forma indefinida a extranjeros que sean criminales peligrosos hasta que su país de origen acepte su repatriación. La legislación vigente establece un máximo de seis meses de retención.
La nueva ley, apuntó, prevé un presupuesto de 4.400 millones de dólares en fondos adicionales inmediatos para mejorar la seguridad en la frontera y la investigación en centros de trabajo. "Más agentes de la Patrulla Fronteriza, más cercas, más cámaras infrarrojas y otras tecnologías", prometió Bush.
Bush también insistió en que esta nueva ley no supone una amnistía para los doce millones de inmigrantes sin papeles que viven en el país. Este proyecto de ley exigirá el pago de una multa a los trabajadores indocumentados y los registrará para que sean investigados sus antecedentes, paguen sus impuestos con efecto retroactivo y tengan un trabajo fijo, explicó.
Además, tendrán que pagar una multa adicional si quieren solicitar una tarjeta de residencias ocho años después de registrarse, y para ello deberán demostrar que saben inglés, regresar a su país de origen y solicitarla desde allí.
Por último, Bush emplazó al Senado, que hace dos semanas rechazó una versión anterior con los votos del ala derecha del Partido Republicano y la izquierda del Demócrata, a aprobar este texto revisado. "Debemos armarnos del coraje político para seguir adelante con un proyecto de ley de reforma integral", dijo. "Si actuamos ahora, podemos asegurar que se respeten nuestras leyes, que las necesidades de nuestra economía sean satisfechas y que nuestra Nación trate a los recién llegados con dignidad y los ayude a asimilarse", explicó.
"Les pido a los miembros de ambos partidos que apoyen la reforma migratoria integral. Trabajando juntos podemos aprobar este buen proyecto de ley y establecer un sistema migratorio digno de nuestra gran nación", concluyó.
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