Los sueldos vuelven al epicentro del debate político. El Gobierno y la oposición se enzarzaron ayer en una trifulca sobre los beneficiarios del fenomenal ciclo expansivo de la economía española. El detonante: un informe de la OCDE que apunta que los asalariados no son los más favorecidos en esa prolongada etapa de bonanza. El sueldo real medio ha bajado un 4% en los últimos 10 años, según los datos de la organización que agrupa a los países más ricos del mundo. Nadie discutió ayer esa cifra. Ni el Gobierno, ni el Banco de España ni mucho menos el PP, que cargó las tintas por la supuesta pérdida de poder adquisitivo de los sueldos, aunque gobernó la mayor parte de ese periodo.
Un asalariado medio gana en España 1.604 euros brutos -esto es, antes de impuestos- al mes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a no ser estrictamente comparable, la cifra está lejos de la tónica europea: el salario medio en los 15 países de la Unión Europea asciende a 2.309 euros al mes, según la OCDE, que emplea datos de 2005. Más allá del mejor nivel de partida de esos países, el dato español se explica por el tipo de empleo que ha emergido en los últimos años. Los nuevos puestos se han centrado en servicios poco cualificados y en la construcción, con una cantera de inmigrantes y mujeres dispuestos a trabajar por menos. Eso ha impulsado a la baja el sueldo medio.
España crece con fuerza, pero la gran creación de empleo hace que el salario medio baje incluso si todos mejoran y ganan poder adquisitivo. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se encargó ayer de dar argumentos para justificar esa aparente contradicción. "En estos años ha entrado mucha gente al mercado de trabajo: inmigrantes, jóvenes y mujeres con sueldos bajos han contribuido a reducir el salario medio, porque se incorporan al escalón más bajo", explicó en la Comisión de Economía del Congreso.
Dos mercados
El mercado laboral español ha experimentado una importante segmentación en los últimos años. A un lado se sitúan los 10 millones de trabajadores amparados por un convenio colectivo cuyos salarios ganan poder adquisitivo (esto es, crecen por encima de la inflación). Pero existen otros 10 millones de ocupados que escapan a estas subidas pactadas. Todos ellos conforman un magma en el que predominan las subidas mínimas e incluso las caídas reales de salarios. La cara positiva es que hay más personas que nunca trabajando. Pero, a cambio, muchos de esos nuevos trabajadores acceden en condiciones muy precarias.
Para el Banco de España, el efecto global es positivo. "Toda esa gente que no tenía trabajo ahora computa y ha mejorado notablemente su posición", afirmó Fernández Ordóñez. Y los que ya estaban en el mercado de trabajo también han prosperado. "Pero lógicamente la media se resiente y el salario medio real cae", concedió. La misma línea argumental siguió el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. "El descenso de los sueldos medios se debe a que han entrado muchos más ciudadanos con niveles de sueldo inferiores y da la sensación de que se produce una rebaja cuando uno calcula las medias", concluyó.
Empleo e igualdad
"Con este panorama, lo que sería un milagro es que el salario medio creciera",
apunta Lola Liceras, responsable de Empleo de Comisiones Obreras. Liceras critica que el objetivo oficial haya sido la creación de empleo, sin importar el tipo, lo que ha animado las actividades menos cualificadas. "Crear empleo no asegura una sociedad más igualitaria", concluye.
El Banco de España cifra en un punto la rebaja de la media que ha supuesto la incorporación de los nuevos colectivos al mercado. El último informe anual de este organismo cifra el crecimiento de los sueldos en el 2,8% el año pasado. Sin el efecto sobre el cómputo del nuevo empleo creado -por la inmigración y la progresiva incorporación de las mujeres-, el incremento ascendería al 3,8%.
Pese a que los colectivos con menor remuneración son los inmigrantes y las mujeres, Toni Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, insta a no culpar a los extranjeros del deterioro de los sueldos: "Los inmigrantes son la consecuencia de que España se haya centrado en sectores poco productivos, no la causa". Los dos sindicatos defienden el papel de la negociación colectiva para evitar que los salarios se deslicen a la baja.
Tanto la autoridad monetaria como el Gobierno coinciden en que los datos mejoran si sólo se tienen en cuenta los incrementos salariales pactados por convenio. En este caso, la subida salarial en 2006 se sitúa en el 3,2%. Sin embargo, no siempre los trabajadores ganan con las alzas de convenio. Desde 2001 ha habido tres años en los que la inflación ha subido más que los salarios medios (por tanto éstos han perdido poder de compra), mientras que en otros tres ha ocurrido lo contrario.
El PP desdeña esos matices. "El Gobierno y el Banco de España ocultan aspectos negativos con tecnicismos académicos ambivalentes. Pero la realidad es que los españoles han perdido poder adquisitivo y que la economía española presenta síntomas de agotamiento del modelo económico", señaló Arias Cañete en la Comisión de Economía del Congreso. "Los trabajadores son los grandes olvidados del Gobierno", le espetó la diputada Fátima Báñez al secretario de Estado de Hacienda.
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