Francia debe flexibilizar su mercado laboral para reducir su dualidad y el paro, que son dos de los grandes factores de exclusión social y de las razones de los problemas de competitividad del país, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En un estudio sobre Francia divulgado hoy, la OCDE subraya que 'el nivel obstinadamente alto del paro, que se traduce a menudo por un fenómeno de exclusión social' es un elemento que contribuye más al pesimismo y al sentimiento de inseguridad que la pobreza, que no está más extendida que en otros países europeos.
Por eso subraya que hace falta ir más lejos en la reforma laboral y recuerda en ese campo su estrategia que pasa por 'proteger a las personas más que los empleos existentes y promover las posibilidades de empleo'.
Los autores del estudio alertan de que el salario mínimo en Francia es, en términos relativos 'el más elevado de la OCDE' y señalan que para aumentar el empleo poco cualificado, debería aumentar 'a un ritmo mucho más débil en los próximos años'.
Una forma de confortar la política del nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo Gobierno ha decidido aumentar el mínimo legal el salario mínimo este año (un 2,1%).
El conocido como 'Club de los países desarrollados' considera que los gobiernos en Francia se han dedicado a regular la protección de los trabajadores con contrato fijo, y la consecuencia ha sido el dualismo entre éstos por una parte y los que tienen empleos precarios o están en paro.
Para corregir esa situación, propone la creación de un contrato único y reducir la competencia de los tribunales sobre los procedimientos por despido, o al menos flexibilizar los procedimientos de despido de los trabajadores fijos.
La OCDE se pronuncia por la anulación de los dispositivos que incitan a una jubilación anticipada, a los que responsabiliza de la baja actividad de las personas mayores de 55 años, y por dirigir las prestaciones en favor de las personas en situación de exclusión para que favorezcan su entrada en el mercado de trabajo.
Los autores del informe constatan que la concentración geográfica de la pobreza 'contribuye a su persistencia' y que en las zonas más afectadas hay una mayor proporción de inmigrantes que en el conjunto del país.
A ese respecto, indican que las políticas para concentrar recursos públicos en esos lugares, como se ha hecho con las Zonas de Educación Prioritaria (ZEP) han tenido el efecto paradójico de estigmatizarlas, y no de favorecer las incitaciones.
Respecto al sistema de pensiones, además de subrayar la necesidad de aumentar la actividad de los trabajadores de mayor edad, insisten en que el año próximo hay que 'perseverar' en el principio instaurado en la reforma de 2003 para vincular el periodo de cotización que da derecho a una pensión a la evolución de la esperanza de vida.
La OCDE critica la complejidad de los principales niveles de la Administración francesa (Estado, regiones, departamentos y municipios), 'sin jerarquía entre ellos' y con 'encabalgamientos de competencias'.
Sobre este punto, carga contra el Estado que 'ha reducido insuficientemente el número de sus funcionarios' pese a la cesión de competencias, con la consecuencia de aumentar las cargas de sus pensiones en el futuro.
Por eso preconiza que se aproveche la jubilación de un gran número de funcionarios en los próximos años, por razones demográficas, 'para reducir el empleo público total'.
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