La amplia red de ferrocarriles de Alemania fue paralizada ayer casi por completo por las huelgas de advertencia convocadas por diversos sindicatos del sector. Las medidas de fuerza afectaron a millones de pasajeros, tanto de trenes de larga distancia, conexiones regionales y sobre todo en los trenes suburbanos en las mayores ciudades del país, como Berlín, Hamburgo, Fráncfort y Stuttgart, paralizadas en las horas punta en el inicio de la jornada laboral.
«Miles de maquinistas», según informaron fuentes sindicales, se plegaron desde la madrugada a la huelga organizada por el sindicato de los maquinistas GDL, que presiona para lograr un convenio paritario autónomo y aumentos salariales de hasta el 30 por ciento para los empleados con los salarios más bajos, entre ellos maquinistas y el personal de servicios en los vagones. La paralización de los trenes iba a mantenerse hasta media mañana, sin embargo, en el transcurso del día se iniciaron otras medidas de fuerzas a las que llamaron otras dos organizaciones sindicales que aglutinan a la mayoría de los 134.000 empleados de la empresa estatal Deutsche Bahn.
Los sindicatos Transnet y GDBA piden un aumento salarial de un siete por ciento, mientras que la empresa ofreció dos aumentos escalonados del 2 por ciento en un plazo de 30 meses.
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