El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, admitió ayer en Guimaraes que elevar a 600 euros mensuales el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a lo largo de esta legislatura según el compromiso del Gobierno sigue siendo "insuficiente".
En declaraciones al margen del consejo informal de ministros de Empleo, Caldera recordó que en España se ha subido el SMI hasta 570 euros mensuales, pero aún así admitió que se trata de una cifra insuficiente. "Si me permiten, esto es una vergüenza, una vergüenza, pero ahora vamos a llegar a los 600 euros", añadió.
En opinión de Caldera, una política social "activa y profunda" es "perfectamente compatible" con el crecimiento económico y con los derechos de las personas porque, en su opinión, no constituyen "una carga y no son un problema", sino que constituyen "derechos para los ciudadanos y favorecen el crecimiento económico".
A su juicio, no son incompatibles la flexibilidad y la seguridad de los trabajadores, ya que la primera es necesaria para la competitividad y la segunda para aumentar las políticas sociales. "España acepta la 'flexiseguridad', sin olvidar nunca los derechos de los trabajadores", dijo Caldera, que puso como ejemplo la reciente reforma laboral española.
"Había mucha flexibilidad y necesitábamos más seguridad", declaró. Por ejemplo, prosiguió, "todavía tenemos un 30% de trabajadores precarios, e hicimos una gran reforma que ha tenido buenos resultados para ayudar a las empresas a sustituir los empleos temporales por empleos más estables". "Si queremos un futuro mejor, tenemos que dar más derechos a los trabajadores", concluyó.
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