La huelga en el sector del comercio de Málaga parece inevitable. Los sindicatos y la patronal cerraron ayer otra reunión sin ningún tipo de acuerdo para desbloquear el convenio colectivo. De esta forma, unos 60.000 empleados podrían sumarse a la convocatoria de paros previstos para los días 26 y 27 de julio y 1, 2 y 3 de agosto. La última oportunidad para poner fin al bloqueo de las negociaciones se producirá el próximo 18 de julio, cuando los empresarios y los sindicatos tratarán de llegar a un consenso.
Pese a que el convenio está estancado, "la mesa de negociaciones no se ha roto", según explicó el secretario general de Comercio y Hostelería de CCOO, Gonzalo Fuentes, quien reiteró que el deseo de todos es que no haya huelga, pero "es necesario que cumplan con las mínimas condiciones laborales".
Reivindicaciones. Los treinta minutos para el almuerzo diario, la ampliación del periodo de maternidad a dieciocho semanas y la acumulación de lactancia son los principales escollos en las negociación, tal y como quedó ayer de manifiesto en el encuentro con los empresarios, aseguró el secretario de Comercio de UGT, José Antonio Sedano. Pese a todo, en la reunión "sí hubo acercamientos" en algunos puntos, como la subida salarial que plantean equivalente al IPC real más un punto y el plus de desplazamiento para aquellos empleados que cambian de centro de trabajo, indicó Sedano. En estas materias se perfilan acuerdos, aunque quedan "varios flecos".
Pero hay cuestiones que están "totalmente estancadas" y que se refieren a la conciliación de la vida laboral con la familiar, aseguró Fuentes. En este sentido, los sindicatos condicionan la firma del convenio a que se cumplan los "mínimos" referidos al periodo de lactancia o la creación de un calendario laboral anual, con un día más de asuntos propios.
Principios de acuerdo. Otros aspectos en los que se ha alcanzado un principio de acuerdo son la adhesión al SERCLA, que suele mediar en los conflictos individuales, el protocolo de actuación en caso de acoso laboral, la formación continua dentro de la jornada de trabajo y con uniformidad, así como la inclusión del complemento hasta el cien por cien en baja por riesgo en el embarazo.
Los sindicatos insisten en que el sector del comercio prospera económicamente, lo que debe traducirse en un convenio laboral justo.
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