El Sindicato de los Empleados Aeroportuarios brasileños, en una decisión dividida, aceptó hoy la propuesta de reajuste salarial del 6,0 por ciento hecha por el gobierno y descartó así la huelga que había amenazado realizar.
El 53 por ciento de los trabajadores que participaron de las 60 asambleas regionales aceptó la propuesta de la administradora estatal Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), que había sido presentada el lunes pasado.
Las asambleas en los principales aeropuertos del país, como el Cumbica de Guarulhos, el que acoge más vuelos internacionales y opera para Sao Paulo, y el de Congonhas, también en Sao Paulo y el de mayor tráfico nacional, aceptaron la propuesta.
Otras terminales, como el Internacional Galeao de Río de Janeiro, Confins y Pampulha, que operan para Belo Horizonte, y Viracopos, en la ciudad paulista de Campinas, en tanto, rechazaron la propuesta, pero aceptaron someterse a la decisión gremial.
Algunos trabajadores de Guarulhos y Sao Paulo se reunieron el viernes en las afueras del Teatro Municipal de la capital paulista en una manifestación organizada por los controladores de tráfico aéreo.
En momentos que la ciudad brasileña de Río de Janeiro acoge los Juegos Deportivos Panamericanos, el país temía que la crisis aérea vivida desde septiembre de 2006 se fuera a agravar por la amenaza de los empleados de salir a huelga indefinida este fin de semana.
Después del accidente el 29 de septiembre de 2006 entre un Boeing de la aerolínea brasileña Gol y un jet de una empresa privada estadounidense, donde murieron los 154 ocupantes del avión comercial, se desencadenó un caos aéreo en la mayor nación sudamericana.
El llamado 'apagón aéreo' llevó al Congreso a instalar una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), luego de los reiterados atrasos y cancelaciones de vuelos, agravadas en Navidad, carnaval y Semana Santa, en su mayoría por protestas de los controladores aéreos.
Los comentarios están cerrados.