La creación de un nuevo contrato laboral con periodos de actividad y de descanso, destinado exclusivamente a los trabajadores mayores de 65 años sería un incentivo para la prolongación de su vida profesional, según el Círculo de Empresarios. Así, las empresas utilizarían la experiencia y los conocimientos de los mayores para cubrir sus necesidades en determinadas épocas y los trabajadores seguirían vinculados al mercado laboral pero con un mayor grado de libertad en la gestión de su tiempo.
El establecimiento del nuevo contrato es una de las medidas que figuran en el libro «La prolongación de la actividad laboral: Un reto para la empresa española», realizado por profesores de la Universidad Autónoma de Madrid. La obra ha obtenido el XI Premio Círculo de Empresarios convocado bajo el lema de «La experiencia, un activo imprescindible para la empresa». Esta asociación, que hace suyas las conclusiones del libro, nació hace 30 años para la defensa de «las ideas de libertad de mercado y de empresa en el ámbito de una sociedad libre». Está compuesto por 200 empresarios, de 35 sectores de actividad. Sus integrantes gestionan sociedades que dan trabajo a unas 800.000 personas.
Flexibilidad tecnológica
El libro analiza la situación de los trabajadores mayores de 65 años y detecta la falta de atractivos para que continúen adelante con su vida laboral. Uno de los obstáculos encontrado es la rigidez del mercado. Los autores exponen que, junto con la nueva figura contractual, es preciso potenciar la actividad del colectivo de manera flexible, tanto en relación con el espacio como con la duración física de sus cometidos.
Por ejemplo, en aquellas ocupaciones en las que no resulta necesaria la presencia física del mayor, el desarrollo de las tecnologías aporta una gran dosis de flexibilidad en los tiempos de trabajo. La utilización de la informática dejaría sin efecto la determinación física de la jornada, de tal manera que ésta sólo serviría como variable para el establecimiento de la retribución.
Los autores del libro han recogido la opinión de expertos, principalmente directores de recursos humanos de grandes empresas -muchas cotizadas en Bolsa-, quienes consideran que las actuales bonificaciones a las cotizaciones a la Seguridad Social mantienen «importantes limitaciones». Hacen hincapié en que para que estas iniciativas sean eficaces es preciso tener en cuenta que la figura del empresario autónomo es la que canaliza, en mayor medida, la actividad profesional de los trabajadores seniors y, hacia ella, deberían dirigirse las ayudas.
Los comentarios están cerrados.