El gobierno chino del Partido Comunista despidió a 33 de sus funcionarios y amonestó a otros 62 tras un escándalo de explotación laboral de cientos de personas, entre ellas niños, en la provincia de Shanxi, al norte del país, informaron ayer medios estatales.
Los funcionarios fueron acusados de negligencia al no cumplir con sus obligaciones de supervisión para evitar el empleo forzado de cientos de personas, que trabajaban en condiciones de esclavitud, anunció la comisión disciplinaria provincial de Shanxi.
Un total de 26 funcionarios serán expulsados del gobierno y otros siete de sus puestos dentro del partido, explicó Yang Senlin, líder de la comisión. Los 62 funcionarios que no fueron expulsados recibirán amonestaciones disciplinarias.
El escándalo estalló a finales de mayo después de que la policía rescatara a 31 trabajadores que aseguraron haber realizado trabajos forzados durante 20 horas diarias alimentándose sólo de pan y agua en el pueblo de Caosheng, en la provincia de Shanxi.
Un grupo de 11 matones a sueldo, ayudados por perros guardianes, se aseguraban de que los trabajadores continuaran trabajando todo el día y no abandonaran el recinto de la fábrica de ladrillos. El informe habla también de un supuesto trabajador que fue golpeado hasta morir con un martillo por trabajar demasiado despacio.
La mayoría de los trabajadores forzados venían de la provincia vecina de Henan, entre ellos un niño de 14 años. La policía rescató el mes pasado en las dos provincias a unos 600 trabajadores, entre ellos más de 50 niños. En Shanxi, rescató a 359, entre ellos 12 niños, de los trabajos en hornos de ladrillos y en Henan a 217 personas, entre ellas 29 niños.
La policía también había arrestado a dos funcionarios en Shanxi acusados de enviar a un niño a otra fábrica de ladrillos tras haberlo rescatado de condiciones de esclavitud, en vez de enviarlo a casa. No está claro si esos dos funcionarios se encuentran entre los despedidos. Algunos de los responsables ya están siendo juzgados.
El escándalo se descubrió cuando unos 400 padres, que buscaban desesperadamente a sus hijos, difundieron una carta por Internet. Se sospecha que lo descubierto hasta ahora, sin embargo, es sólo la "punta del iceberg", ya que sus propios hijos aún no fueron encontrados.
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