La dirección de Nissan mostró ayer sus cartas en la negociación del recorte del 12% de los costes de producción. El director y consejero delegado de Nissan España, José Vicente de los Mozos, cuantificó ante el comité de empresa en 424 trabajadores el excedente temporal de plantilla que se empezará a generar este año y que durará hasta el 2009, cuando prevé un aumento de producción gracias a una nueva furgoneta.
La fábrica de la Zona Franca de Barcelona acumulará este año un sobrante de 121 empleados, a los que se sumarán 303 a partir del primer trimestre del año próximo. La dirección planteó la necesidad de reducir la plantilla en esas 424 personas, para las que sugirió una indemnización por despido de 33 días de sueldo por año de servicio, según indicaron fuentes sindicales.
MÁS PRODUCCIÓN
No obstante, el máximo ejecutivo en España de la multinacional japonesa aseguró a los sindicatos que la fábrica volverá a necesitar a esos trabajadores a partir del 2009, por lo que planteó crear una bolsa de empleo con los despedidos para contratarlos unos meses después. El excedente de 424 empleos es inferior al que temían los sindicatos, que esperaban que la empresa dejara en la calle a los 560 eventuales cuyo contrato ha sobrepasado el máximo legal de 12 meses.
Los planes anunciados por De los Mozos dan por segura la producción en Barcelona de 40.000 unidades anuales de una nueva furgoneta ligera a partir del 2009 si la plantilla acepta las mejoras planteadas. El problema está en el bache que sufrirá la producción en el 2008, con un descenso desde los 186.000 vehículos que se prevén para este ejercicio a los 176.000 del próximo año. El inicio de la producción de la nueva furgoneta permitirá aumentar el volumen hasta 199.000 unidades en el 2009 y el récord de 216.000 en el 2010.
La multinacional anunciará formalmente la adjudicación del modelo a final de septiembre, aunque puede optar por repartir la producción con otros centros.
Las condiciones que pone la dirección de la compañía son, además de una reducción temporal de plantilla, permitir que la planta abra más días (de los actuales 225 al año a 258) y aumentar el tiempo efectivo de trabajo de 6,97 horas diarias a 7,4 para situarse en la media de los competidores. Este punto, que obligaría a reducir pausas y los 20 minutos del bocadillo, generará conflictividad, según advirtió Pedro Ayllón, responsable del sindicato SIGEN-USOC. Una de las principales batallas del anterior acuerdo de reducción de costes fue precisamente el recorte de las pausas.
Para Javier Pacheco, de CCOO, los datos aportados por De los Mozos suponen un avance en la negociación, que hasta ahora estaba estancada por la falta de concreción de un plan industrial. Manuel Gallardo, de UGT, se mostró dispuesto a negociar las propuestas de la compañía.
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