Un juzgado de Sevilla ha declarado la legalidad del despido de un vigilante de seguridad, acusado de colar a diecisiete amigos sin entrada ni autorización en el partido Sevilla-Betis de cuartos de final de la Copa del Rey celebrado el 1 de febrero de 2007, declarado de alto riesgo.
El juez de lo Social 4 considera que fue procedente el despido disciplinario, pues las cámaras de seguridad del estadio confirmaron que el vigilante de seguridad dejó pasar a diecisiete personas "sin entrada, abono ni autorización válida", vulnerando así las normas de la empresa para la que trabajaba y las instrucciones recibidas del Sevilla FC. El vigilante de la empresa responsable de la seguridad en el estadio Sánchez Pizjuán no sólo dejó entrar a esas personas sino que no llevó a cabo ningún tipo de control para evitar la entrada de objetos peligrosos o prohibidos.
El responsable de la seguridad en el estadio dio la voz de alarma al percatarse, a través de las cámaras internas de seguridad, de la entrada por las puertas 21 y 21 A de numerosas personas, muchas de las cuales saludaban amigablemente al responsable del control de dicho acceso. El vigilante, con doce años de antigüedad, fue relevado y la empresa le abrió un expediente que concluyó en un despido por causas disciplinarias, ahora confirmado por el juez en todos sus extremos.
Comportamiento "grave y reiterado"
El abogado José Ignacio Bidón, que defendió a la empresa de seguridad, explicó que la sentencia confirma que el comportamiento del empleado fue "grave, culpable y reiterado", pues se trató de "hechos muy graves, teniendo en cuenta el sector en el que tuvieron lugar". El partido Sevilla-Betis de cuartos de final de la Copa del Rey había sido declarado de alto riesgo y los hechos permitidos por el vigilante podrían haber dado lugar a una sanción del Comité Antiviolencia, añadió el letrado.
El vigilante "incumplió su obligación" pues no dio parte de la incidencia, debió exigir entrada a todo el que intentase acceder y además hay "unas normas estrictas de acceso a recintos deportivos" que prevén una puerta especial para los invitados. Fuentes del caso dijeron a Efe que algunos de los que se colaron, y que testificaron en el juicio, fueron policías y guardias civiles que en aquel momento se encontraban libres de servicio.
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