Las cifras macroeconómicas de la industria catalana indican una evolución positiva de la producción, el empleo, las inversiones y las exportaciones. Sin embargo, el análisis de la letra pequeña no es tan tranquilizador puesto que un 13% de las empresas industriales de la comunidad tienen un alto riesgo de sufrir problemas que acaben con el cierre, según un informe de CCOO.
Se trata de empresas subcontratistas con poco o nulo valor añadido, ya que únicamente aportan una reducción de costes de producción. Son compañías que no participan en procesos de diseño, desarrollo o prescripción técnica de productos, lo que las convierte en "vulnerables y con serios riesgos para su continuidad", según constata el informe.
ENDEUDAMIENTO
Este es uno de los frentes al que ha de hacer frente la Generalitat con urgencia, según indicó el secretario de Acción Sindical de CCOO de Catalunya, Simón Rosado, que echó en falta más dedicación del departamento que dirige Josep Huguet en la "gestión cotidiana" de los problemas industriales. El otro frente que se puede abrir en los próximos meses es el de las empresas que tienen un elevado endeudamiento con el que financian importantes inversiones y que pueden quedar atrapadas en dificultades financieras debido al incremento de los tipos de interés.
Entre las propuestas sindicales se encuentra la de crear un fondo anticrisis dotado con 40 millones de euros con el que la Generalitat podría ayudar a empresas en apuros siempre y cuando tengan posibilidades de salvarse. CCOO y UGT realizaron esta propuesta el año pasado en un manifiesto en defensa de la industria, aunque el Govern no lo incluyó en el Acuerdo Estratégico.
El instrumento para llevar a cabo esa política de apoyo empresarial sería a través de la compañía pública Eplicsa, que hace años tenía una importante cartera de participaciones industriales pero que ahora solo cuenta con presencia en Fibracolor, una empresa textil controlada por Inditex, y en el fabricante metalúrgico Comforsa, que tiene un importante peso en el Ripollès.
PARTICIPACIONES
El planteamiento sindical está en sintonía con el cambio de línea que quiere impulsar el conseller de Innovació, Universitat i Empresa respecto a Eplicsa, para que juege un papel más activo en la toma de participaciones. Para Rosado, el principal escollo en la negociación que mantienen para actualizar el Acuerdo Estratégico radica en el departamento de Economia.
En cuanto a los previsibles problemas para pagar créditos, el dirigente de CCOO planteó que el banco de la Generalitat, el Institut Català de Finances (ICF), se convierta en un instrumento de apoyo al cambio productivo de las empresas industriales con préstamos a corto plazo para hacer frente a necesidades de tesorería en el capital circulante.
Otro de los problemas estructurales que, a juicio de CCOO, requiere una nueva política pública es la disponibilidad de suelo industrial. El sindicato plantea que la Administración realice cesiones de uso a las compañías interesadas en invertir en Catalunya a precios razonables evitando abusos que se producen ahora, con el objetivo de facilitarse su aterrizaje y evitar especulaciones con la recalificación y la venta de los solares en caso de cierre. Esa estrategia podría beneficiar a Nissan, que mantiene un enfrentamiento con el Consorci de la Zona Franca (CZF) por el precio de los terrenos.
Para Simón Rosado, el Consorci puede ser un instrumento de gran utilidad en esa nueva línea de apoyo a la industria, que sería más útil que el papel que realiza en la actualidad, que calificó del "mayor especulador de suelo industrial"
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