Establecimientos de hostelería y hoteles de la provincia gaditana admiten que encuentran dificultades para contratar camareros y cocineros ante el incremento de clientela durante la época estival, sobre todo en los negocios situados en poblaciones cercanas al litoral, como pueden ser Chiclana, El Puerto y Conil, así como localidades de la Costa Noroeste (Rota, Chipiona y Sanlúcar) y el Campo de Gibraltar.
Las interpretaciones sobre la escasez de personal en restaurantes, bares y hoteles son bien distintas, ya que por un lado se acusa al empresariado de incumplir los contratos al no respetarse lo convenio en cuanto a horas de trabajo, mientras que, por otra parte, se le achaca al empleado la falta de constancia y de preparación. Hay que tener en cuenta que los contratados como camareros y personal de cocina durante los meses de verano suelen ser en su mayoría jóvenes que no cuentan con la suficiente experiencia laboral en el campo de la hostelería. Además, también influyen la escasa motivación y la temporalidad de los trabajos.
En cualquier caso, negocios dedicados a la hostelería y establecimientos hoteleros no es la primera vez que se enfrentan a estos inconvenientes, ya que de unos pocos años atrás hasta la fecha se han incrementado las plazas hoteleras y ha crecido el número de visitantes que se desplazan a la provincia para disfrutar del verano, factores que implican la necesidad de reforzar la mano de obra ante la afluencia de clientela.
No obstante, en el pasado mes de junio había 22.832 personas en la provincia de Cádiz inscritas en el SAE (Servicio Andaluz de Empleo) como demandantes de empleo en el epígrafe Trabajadores de los servicios de restauración, personales, servicios de protección y vendedores de los comercios. Esto, básicamente, es hostelería y comercio. Esta cifra supone un 22,8 por ciento del total de parados en el conjunto de poblaciones de Cádiz.
Igualmente, durante el pasado mes mayo, apuntados en el mismo epígrafe (demandando empleo en el mismo concepto, por tanto), había 23.226 personas, de un total de 99.968 personas paradas en la provincia.
Antonio de María Ceballos, presidente de la patronal provincial de Hostelería (Horeca), señaló que “hace falta vocación” para desempeñar el trabajo hostelero, algo del que carece la mayoría de jóvenes. “El que se mete en este trabajo por ganarse unas perras, al final se cansa”, aseguró.
El responsable de la patronal admite que en unos años se ha dado la vuelta a la tortilla en cuanto a las expectativas laborales en la hostelería: “Se ha pasado de no tener trabajo a no tener trabajadores”, afirmó.
El presidente de Asociación provincial de Hoteles, Antonio Real, también reconoce que algunos negocios hoteleros tienen problemas a la hora de emplear en este sector. “Sobre todo hay carencia de personal de sala -camareros- y de cocina”, indicó. Estas dificultades en contratar ocurren en las zonas costeras donde año tras año crecen las plazas hoteleras como son los casos de Chiclana, Conil o Rota.
En concreto, Antonio Real manifestó que los fines de semana son los días en los que más demanda de personal se requiere ante la avalancha de visitantes que inunda las localidades costeras en busca de sol y playa.
El delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, cree que se utiliza poco las herramientas que ofrece el Servicio Andaluz de Empleo aunque reconoce que parados que aducen ser camareros “no cuentan con los perfiles” para desarrollar esa profesión.
Bouza destacó que recientemente se firmó el convenio de hostelería en la provincia y que con la aplicación de este acuerdo “no debe haber problemas en las contrataciones” ya que trabajadores y empresarios tienen que ceñirse a los compromisos acordados. En este punto juega un papel destacable las inspecciones laborales que tienen el objetivo de eliminar aquellos contratos temporales que no disponen de una causa justificada.
La necesidad de personal se hace patente en las temporadas altas, todo esto unido a que la hostelería “es un trabajo duro y difícil” en opinión del responsable de la Delegación provincial de Empleo, quien recuerda que desde este organismo se ha facilitado la formación a unas 1.800 personas para ocupar puestos relativos al sector de la restauración. La inversión de la Consejería de Empleo Cádiz en este apartado ronda los 4,5 millones de euros al año.
Por otro lado, Bouza es imprescindible acabar con la estacionalidad del turismo en la provincia de Cádiz puesto que conseguir ese objetivo aportaría mayor estabilidad en el empleo y, en consecuencia, aumentaría el número de contratos de carácter indefinido. Al respecto, considera que se ha avanzado con éxito en esta línea, ya que a la temporada estival se le saca jugo desde mayo hasta el mes de octubre, algo que no ocurría hacía años.
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