Según Fernández, el 'teletrabajo' supone la posibilidad de desempeñar determinadas tareas o trabajos a través de Internet, bien desde el propio domicilio del trabajador o desde cualquier lugar distinto del centro de trabajo, sin que por ello la calidad disminuya. A su juicio, esto responde a la necesidad creciente de los ciudadanos de armonizar la vida familiar y laboral, o bien, a la búsqueda de entornos de calidad de vida lejos del bullicio de la ciudad.
«El 'teletrabajo' permite que desde núcleos rurales se pueda trabajar en grandes corporaciones y que jóvenes profesionales madres en período de baja puedan seguir trabajando desde su domicilio y conciliar la vida familiar y laboral», dijo Fernández.
Ámbito reducido
Así, esta modalidad sólo puede aplicarse a determinadas profesiones, especialmente a aquellas vinculadas al sector servicios: consultorías, despachos de ingenieros o, en definitiva, «todo lo que no requiera un taller donde físicamente se elabora un producto».
Junto al 'teletrabajo', Baltasar Fernández quiso destacar las múltiples aplicaciones que tiene Internet en el ámbito laboral. De gran importancia es la formación continua, tanto para desempleados como para trabajadores en activo. Esta formación, sostuvo el especialista, viene ahora de la mano de una serie de peculiaridades que benefician al alumno, ya que «puede escoger el momento y el lugar que prefiera, sin necesidad de desplazamiento».
La relación interna dentro de las empresas es otro de los ámbitos modificados por la llegada de las nuevas tecnologías a las empresas: las redes internas o 'intranets', fomentan, según Fernández, una nueva concepción de la gestión empresarial basada en una disminución de la jerarquía y un aumento de la autoridad de los trabajadores, que pueden estar en contacto permanente con la empresa. Las españolas, defendió el experto, integran ya estas nuevas tecnologías, especialmente las medianas y grandes.
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