La entrada en vigor de la Ley de Igualdad y el nuevo Código Unificado de Gobierno Corporativo de las empresas durante este año no se ha traducido en un aumento del número de consejeras en las compañías cotizadas en Bolsa. Hubo una oleada de nombramientos mientras dichos textos se estaban tramitando, pero este año se ha producido cierto parón, pese a algunos fichajes sonados de nuevas consejeras independientes en los órganos de administración. Pese a los intentos por acabar con esa evidente discriminación hacia las mujeres, hay todavía 15 empresas de las 35 del índice Ibex que no sientan a una sola mujer en sus órganos de administración. Desde el año que viene, de acuerdo con la normativa aprobada, estarán obligadas a dar explicaciones por ello.
Un espejismo. Eso es lo que ahora parece el tirón de 2006 en el nombramiento de mujeres en los consejos de administración de las empresas cotizadas. Al calor de la redacción del Código Unificado de Gobierno Corporativo y del debate de la Ley de Igualdad, numerosas mujeres se incorporaron a los consejos de administración de las empresas cotizadas españolas. Lo que parecía un despegue imparable se ha truncado este año y la oleada de juntas de accionistas que las empresas han celebrado en estos últimos meses se ha saldado, pese a algún fichaje de relumbrón, con menos mujeres sentadas en los órganos de administración de las empresas cotizadas.
El número de consejeras creció un 62% el año pasado. Según como se mire, era un gran salto o un pequeño pasito, pues las mujeres pasaron de ser 50 a 81, sobre un total de 1.346 consejeros en las empresas que cotizan en Bolsa. Lo malo es que en las juntas de 2007 ha habido un frenazo considerable. En las empresas del Ibex 35, las más destacadas y expuestas al escrutinio público, ha habido algunos fichajes, pero en el resto del mercado continuo los ceses de mujeres han superado a los nombramientos. En conjunto, hay una mujer menos en los consejos de administración de las empresas que a finales de 2006, según un recuento efectuado por EL PAÍS.
Según el Código Unificado de Gobierno Corporativo aprobado el año pasado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, lograr una adecuada diversidad de género en los consejos de administración no constituye sólo un desafío en el plano de la ética, la política y la responsabilidad social corporativa, sino que es también un objetivo de eficiencia que las sociedades cotizadas deben plantearse, al menos a medio plazo. "Desaprovechar el potencial talento empresarial del 51% de la población no puede ser económicamente racional en el conjunto de las grandes empresas de nuestro país", dice el código.
La Ley de Igualdad del 22 de marzo pasado trata también de fomentar la presencia de mujeres en los consejos de las sociedades mercantiles, incluidas las no cotizadas en Bolsa. Es una norma con fuerza legal, pero enunciada como una recomendación: "Las sociedades obligadas a presentar cuenta de pérdidas y ganancias no abreviada procurarán incluir en su consejo de administración un número de mujeres que permita alcanzar una presencia equilibrada de mujeres y hombres en un plazo de ocho años a partir de la entrada en vigor de esta ley".
Tanto la ley como el código reclamaban un esfuerzo adicional deliberado por buscar posibles candidatas cada vez que deba cubrirse alguna vacante en el consejo, especialmente para puestos de independientes.
La mayoría de los fichajes recientes de consejeras han sido precisamente como independientes. Helena Revoredo, que también preside Prosegur, se ha convertido en la primera mujer que se sienta en el Consejo del Banco Popular desde que la entidad se fundó en 1926. El año pasado, Inés Macho se convirtió en la primera consejera en la historia de Iberdrola, y en la única de las tres grandes eléctricas. La ex ministra Isabel Tocino, por su parte, ha entrado en el Consejo del Santander, en un salto relativamente frecuente entre las políticas (la fallecida Loyola de Palacio, Ángeles Amador o Anna Birulés dieron el mismo paso).
Pese al reciente parón, Luis Ferrándiz, socio de la empresa de cazatalentos Spencer & Stuart especializado en la práctica de los consejos de administración, se muestra optimista. En su opinión, "hay un deseo generalizado de incrementar la presencia de mujeres en los consejos de administración". "El impulso social ha hecho ver que hay mujeres muy válidas que pueden estar en los consejos, aunque hay un vacío generacional difícil de llenar a corto plazo. El perfil del consejero suele ser el de un hombre procedente del mundo de la empresa de unos cincuenta y tantos años; y no hay demasiadas mujeres con ese perfil. Las empresas están buscando en la cantera académica o entre ex ministras y cargos públicos".
Ferrándiz subraya un dato que avala su optimismo: uno de cada cuatro consejeros independientes nombrados por las empresas del índice Ibex en el último año y medio son mujeres y también lo son el 12,5% de los dominicales. Es cuestión de tiempo que ellas vayan ganando peso.
Rafael Mateu de Ros, secretario general del Consejo de Bankinter, jurista especializado en gobierno corporativo y autor de una monografía sobre el Código Unificado, explica que la recomendación de diversidad de género estaba "inédita en otros códigos e informes de gobierno corporativo".
Mateu es muy favorable a la inclusión de más mujeres en los consejos. El problema, a su juicio, es que el ritmo de producción de vacantes en los consejos varía mucho de unas empresas a otras, en particular en el puesto de consejeros independientes. "La opinión pública, los mercados y la Comisión Nacional del Mercado de Valores deben presionar para que las vacantes de consejeros independientes que se produzcan se cubran con mujeres en lo posible".
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