Los 750 convenios colectivos firmados o revisados en el primer semestre del año en Catalunya han priorizado la consecución de un sueldo base de 1.000 euros en lugar de las tradicionales cláusulas de revisión salarial, según un informe de UGT hecho público ayer.
La actualización de las nóminas según la inflación está prevista en el 49,86% de los acuerdos, cinco puntos menos que en el 2006. Con todo, la batalla por los 1.000 euros no se aprecia todavía en la subida salarial media, que fue del 2,65% hasta junio y está por debajo del índice de precios de consumo (IPC), del 2,7%.
El cambio de estrategia sindical para conseguir incrementos salariales para los 1,1 millones de empleados que cobran menos de 1.000 euros al mes no contaba con un repunte de la inflación. La diferencia del IPC de Catalunya con la media española, el 2,7% frente al 2,4%, ha atrapado a unos 400.000 empleados con subidas salariales acordadas del 2% debido a que tomaron como referencia básica el IPC previsto por el Gobierno central (2%). La situación más grave afecta a los 290.000 trabajadores que no tienen cláusula de revisión salarial o a los 393.000 que tienen un sistema de actualización de las tablas que no incluye el pago de atrasos.
La responsable de acción sindical de la UGT de Catalunya, Isabel Martínez, destacó el riesgo de "una sustancial pérdida económica para miles de trabajadores", por lo que pidió a los negociadores sindicales que reclamen cláusulas de revisión plenas y retroactivas en los 600 convenios que restan por firmarse.
A pesar del mal dato, Martínez destacó los avances que se están logrando en la mejora de los sueldos más bajos en acuerdos como los del metal, la hostelería –que no firmó CCOO– y las lavanderías.
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