Los últimos acuerdos sobre el sector naval a los que llegaron la patronal del metal y los sindicatos y que fueron precedidos de una huelga de 21 días en mayo, vuelven a ser motivo de conflicto. La Asociación de Instaladores de Fontanería, Calefacción, Gas, Climatización, Mantenimiento y Afines de Pontevedra (Foncalor) impugna los acuerdos ante el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia por considerarlos ilegales y lesivos para sus intereses.
Previamente, la asociación interpuso ante el Consello Galego de Relacións Laborais la solicitud de un acto de conciliación como trámite previo, con el objeto de abrir un diálogo con todas las organizaciones empresariales y sindicales que evite la denuncia judicial.
El acuerdo afecta a todos los trabajadores vinculados con el sector del naval entre los que se encuentra Foncalor que representa los intereses de unas 350 empresas.
La asociación considera muy grave que el acuerdo fuera adoptado "prescindiendo del mínimo respecto hacia los restantes firmantes del convenio provincial y saltándose las instituciones creadas para garantizar el funcionamiento democrático y la validez de los acuerdos alcanzados", expresa el portavoz de Foncalor, Luis María González.
En cuanto al hecho de que se trate de un acuerdo voluntario entre las partes, González apunta que "será voluntario para las partes que lo hayan firmado, pero en ningún caso lo es para aquellos que ni lo han negociado, ni lo han acordado, ni lo han ratificado".
Foncalor considera que los acuerdos a los que se llegó después de la larga huelga de mayo modifican el contenido del convenio colectivo en materia de la Bolsa de empleo.
El acuerdo creen que limita el derecho de los trabajadores a la elección de la empresa en la que quieren trabajar, penalizando a aquellos que no asuman la primera oferta de trabajo disponible en el naval. También entienden que limita el derecho de las empresas a la libre selección y contratación de sus trabajadores más allá de lo que las leyes permiten.
Otra de las aspectos que cuestiona esta patronal es que la valía, la experiencia y la profesionalidad del trabajador dejar de ser el principal criterio para acceder a un empleo, sustituyéndose por un turno en una lista, la Bolsa de Empleo.
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