Chile acordó ayer martes con la Unión Europea aumentar la cooperación bilateral en cohesión social y educación superior, al tiempo que pidió mayor apertura del bloque para sus productos agroalimentarios, en el marco del III Consejo de Asociación celebrado en Bruselas.
Durante el encuentro, el canciller chileno Alejandro Foxley protestó por el trato discriminatorio contra sus conciudadanos que son rechazados al llegar a países europeos, principalmente España, exigiendo a las autoridades de la UE obligar a poner fin a estas prácticas.
Comercio, políticas sociales, educación, coyuntura en América Latina, ciencia y tecnología: Foxley analizó con el canciller portugués Luis Amado, cuyo país preside la UE, y el director para América Latina en Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Tomás Duplá, el abanico de las relaciones bilaterales.
"La relación de Chile con la Unión Europea es ejemplar. Está teniendo y tendrá un impacto muy fuerte en América Latina de lo que se puede lograr coooperando e integrándose", dijo Foxley al hacer el balance de cuatro años de asociación entre el país sudamericano y el bloque integrado por 27 naciones.
De su lado, el canciller portugués Amado destacó la "actitud ofensiva de Chile ante la globalización", y aseguró que durante el encuentro surgieron "nuevas ideas" para avanzar con la dinámica del acuerdo bilateral.
Según indicaron fuentes diplomáticas, Foxley dedicó buena parte de la reunión a las cuestiones comerciales, marco en el cual pidió una mayor apertura de la UE a productos agroalimentarios chilenos, como las carnes y el aceite de oliva.
"Tenemos un muy buen acuerdo comercial con la Unión Europea, pero queremos profundizarlo. Quisiéramos ver a los países de la UE abriéndose más en algunos productos que para Chile son importantes, principalmente productos agroalimentarios", señaló el canciller chileno.
Los intercambios comerciales entre la UE y Chile alcanzaron en 2006 los 19.800 millones de dólares, con un saldo muy favorable al país sudamericano, que exportó bienes al bloque por 14.900 millones de USD, un aumento del 59,3% con respecto a 2005.
Pero además del tema comercial también hubo lugar para el diálogo político, área en la cual Chile propuso "una mayor presencia de Europa en América Latina" para construir "convergencias" en torno a desafíos como gobernabilidad e integración social, evitando las soluciones drásticas y de "tinte populista" que se registran en algunos países de la región y dificultan esos procesos.
Durante este III Consejo se Asociación, se firmó por otra parte el programa de cooperación de la UE con Chile para el periodo 2007-2013, que cuenta con un monto de 41 millones de euros (unos 56,6 millones de dólares) repartidos en tres áreas: cohesión social, educación superior e innovación y competitividad.
En el sector de cohesión social el objetivo es contribuir a la política y la estrategia del gobierno chileno para aumentar el acceso al empleo entre los más pobres, reducir las desigualdades y proteger mejor a las clases medias ante crisis económicas.
En educación superior, se busca la creación de una ventanilla para Chile en el programa europeo de intercambio estudiantil y becas Erasmus Mundus, para propiciar la participación de estudiantes chilenos de postgrado.
"Chile ha tenido mucho éxito económico, pero tenemos que entrar en una nueva fase de una sociedad del conocimiento y una economía más inteligente. Eso supone formación al más alto nivel en las mejores universidades del mundo", explicó Foxley.
Finalmente, en el sector de innovación y competitividad, se pretende apoyar los esfuerzos de Chile en las áreas de ciencia y tecnología, medio ambiente y fomento al comercio.
Foxley consideró como "muy significativo" el programa y destacó que las cuestiones abordadas por el mismo "son los temas claves del programa de la presidenta (Michelle) Bachelet en Chile".
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