La NASA permitió que sus astronautas pilotaran en estado de embriaguez en al menos dos ocasiones, según las conclusiones extraídas por una comisión independiente publicadas ayer.
El documento concluye que los supervisores de la agencia espacial estadounidense sabían del estado de los astronautas, y que con todo, desoyeron los consejos de los especialistas médicos de la misión y de compañeros de vuelo, que advirtieron de los peligros que suponía la condición física y mental de los pilotos ebrios.
El informe no especifica de qué astronautas se trata, ni determina cuándo se presentaron ebrios. Tampoco ha trascendido si los niveles de alcoholemia se detectaron a la hora de realizar misiones oficiales o si pertenecían a las pruebas previas a los vuelos de entrenamiento.
La agencia ha respondido en un comunicado que la comisión independiente no les ha dado detalles sobre estas acusaciones, y que, como consecuencia, la NASA se verá obligada a "determinar estos hechos de forma independiente".
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