El Gobierno y los intermediarios de ETA barajaron, durante la negociación del proceso de paz, unos 300 millones de presupuesto para llevar a cabo la reinserción de los miembros de la banda terrorista que dejaran las armas, según un plan encargado al CNI, informa EL MUNDO. Incluso se llegó a concretar que los ex etarras cobrarían 1.500 euros mensuales.
Los acuerdos alcanzados consistían en un plan que se tenía que desarrollar en un máximo de 10 años. En cada uno de ellos estaba previsto invertir unos 30 millones de euros. En ese estudio, según ha podido saber EL MUNDO de fuentes cercanas al CNI, también se tuvo en cuenta las repercusiones que a nivel económico tiene en las arcas del Estado cada uno de los atentados que ha llevado a cabo la banda terrorista en los últimos años.
Además, a la hora de llegar a una cifra determinada para la reinserción de los etarras, los representantes de la banda terrorista recordaron a sus interlocutores las repercusiones que tiene para la economía española una campaña de bombas en las playas en época estival, y lo fácil que es para ellos realizarla.
La idea de que el plan de reinserción tuviera una vigencia de 10 años está fundamentada, principalmente, en la población carcelaria que en la actualidad tiene ETA, tanto en las cárceles españolas como francesas. En la actualidad se calcula que los reclusos de la banda terrorista son unos 610.
>p> Los negociadores de ambas partes eran conscientes de que todos los presos no saldrían a la calle en la misma fecha y que se iría produciendo un goteo tras el fin de la violencia. EL MUNDO también ha podido saber de fuentes cercanas al CNI que fueron los presos de ETA los que más insistieron en que el plan de reinserción se produjera en un periodo de tiempo lo suficientemente amplio como para que ninguno de ellos quedara fuera de él.
Dentro de este plan figuraba también la posibilidad de que la banda armada se convierta en una institución o fundación para que de esa forma pueda ir recibiendo y administrando el dinero que lleguase desde el Estado. A los fondos que proporcionaría el Estado habría que incluir las ayudas que se podrían pedir a la Unión Europea (UE) para crear o activar determinadas empresas donde podrían ser colocados o empleados los ex miembros de la organización terrorista.
Asimismo, los representantes del Gobierno facilitaron a los intermediarios de ETA un borrador con las líneas generales del plan de reinserción desarrollado por el CNI y dieron cuenta de la predisposición de los empresarios vascos para recolocar a todos aquellos que dejaran las armas.
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