UGT y CCOO, los sindicatos que firmaron en diciembre de 2005 el expediente que supuso el despido de 646 trabajadores en Seat, han enviado una carta al presidente de la compañía, Erich Schmitt, para pedir la reincorporación de los cerca de 150 afectados que todavía no han vuelto al grupo de automoción.
En un año en el que se prevé la salida voluntaria de 550 empleados de la filial de Volkswagen, dentro del plan de bajas incentivadas promovido por Seat para los próximos tres años, tanto UGT como CCOO solicitan en la misiva un "esfuerzo" a la dirección de la compañía para cerrar definitivamente el episodio del último Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
"Sería un buen detalle por parte de la dirección", ha afirmado a Efe el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT).
Los sindicatos pretenden la reincorporación en el último cuatrimestre del año de todos los despedidos a raíz del ERE que permanecen fuera de la compañía, a pesar de ser conscientes de que algunos de los implicados ya no querrán volver después de haber reorientado su vida profesional.
Ambos sindicatos han firmado el calendario laboral correspondiente a los próximos meses, en el que se ha fijado un día de inactividad -el 2 de noviembre- en la línea 1 de la fábrica de Martorell (Barcelona), donde en la actualidad se ensamblan los modelos Ibiza y Córdoba.
Este parón permitirá adaptar los procesos de producción de cara al lanzamiento de la cuarta generación del Ibiza, previsto para mediados de 2008, lo que obligará asimismo a trasladar la fabricación del Córdoba de la línea 1 a la 3 a partir del próximo mes de septiembre.
El grupo de automoción mantiene su previsión de producir unas 409.000 unidades en su fábrica de Martorell en 2007, una cifra similar a la de 2006 (408.318 coches), a la espera de dar el gran salto en 2009 gracias al lanzamiento de la nueva berlina y de su variante familiar.
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