En su lucha por evitar que las empresas defrauden a la Seguridad Social a través del recurso a técnicas de "ingeniería jurídico-financiera", el instituto público ha reclamado el pago de 229 millones durante el primer semestre del año. Uno de los recursos más utilizados en este campo es cerrar una empresa con una elevada deuda con la Seguridad Social.
Al mismo tiempo se crea otra sociedad con distinto nombre, pero con igual actividad, a la que se va trasvasando la plantilla de la firma antigua poco a poco, según explicaron ayer los responsables de la Tesorería General en la presentación del informe de la lucha contra el fraude.
La construcción, por otra parte, ha acaparado casi un cuarto de la deuda hallada por la Seguridad Social a través de los controles preventivos para evitar el fraude hasta junio. El gran volumen de contratación y la rotación explican el dato, según el director general de la Tesorería General de la Seguridad Social, Javier Aibar, Tras la construcción, los servicios y la hostelería.
La deuda pendiente de cobro por la Seguridad Social ascendía a 3.600 millones hasta el pasado junio, un 5,6% menos que en 2006. En lo referente a la morosidad, el ratio cayó al 1,07% el año pasado. Un dato que la Tesorería espera rebajar a finales de 2007.
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