El 26 de febrero del 2007 los dos trabajadores se llevaron 4 ó 5 bandejas de entrecot, solomillo y filete, por importe de 7 euros cada una. La carne estaba a punto de caducar; pero ellos eludieron el protocolo de la empresa que consiste en destruir todas aquellas mercaderías perecederas dos días antes de la fecha de caducidad.
La sentencia explica que el despido es procedente, ya qe no se puede obligar a la empresa a mantener en su seno a quien se comporta deslealmente. 'Que los trabajadores por unos pocos euros pierdan su empleo es algo triste e ilógico -se puede leer en los razonamientos jurídicos de la sentencia-, pero al ser una acción voluntaria han de responder de ella pues estaban perfectamente advertidos, y no consta que la empresa observase una actitud tolerante para casos semejantes'.
Los comentarios están cerrados.