Las mujeres no emprendemos más porque tenemos que cargar con la casa

Sylvia Riera y Asunción Urdangaray viven en Palma de Mallorca y Oviedo, respectivamente. No son familia, no se conocen, no comparten amigos pero tienen dos cosas en común: decidieron que lo suyo no era trabajar por cuenta ajena y montaron sus propios negocios, Sylvia una agencia de viajes y Asunción una academia de música.

La otra es que la maternidad les visitó hace pocos años. Y fue este hecho el que les abrió los ojos a una realidad: la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar.

Perfil de emprendedora

Ambas responden perfectamente al perfil de emprendedora del programa de apoyo empresarial a las mujeres 2007, elaborado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio y el Ministerio de Trabajo: entre 25 y 45 años, en situación de ocupadas y con formación universitaria, y activas a la hora de utilizar los servicios de asesoramiento y ayuda de las instituciones. Pero ese no es su principal problema. "La dificultad está en mantener la vida laboral y personal", dice Asunción. "Hay que elegir entre una cosa y la otra", afirma Sylvia.

Bien lo sabe Teresa Bajo. Sus dos hijos de ocho y dos años le obligan a hacer filigranas para compatibilizar sus responsabilidad familiares con la dirección de Aaños Reclade, un taller en Oviedo dedicado a la restauración de coches clásicos ("cualquier que tenga más de 25 años, como el Citröen dos caballos o los MGB") que abrió hace un año.

Ella tiene la suerte de que su marido puede ocuparse de las responsabilidades familiares, aunque es perfectamente consciente de que "cuando se es madre, se es madre". "La carga familiar siempre es fuerte, lo que hace que tengas dos y hasta tres trabajos".

Un poderoso aliado: las nuevas tecnologías

Paula Álvarez tiene 32 años, está casada y no tiene hijos "de momento". Hace cuatro que decidió crear M&A Marketing para Abogados, una pequeña empresa especializada en asesorar en fusiones de bufetes, planes de fidelización de clientes y crear imagen de marca.

Para ella, la conciliación laboral y familiar ha encontrado un poderoso aliado en estos tiempos: las nuevas tecnologías. "Es cuestión de organizarse y de gestionar bien los tiempos". La blackberry, el email y el teléfono móvil son "las grandes ventajas que no tenía la generación anterior".

Álvarez mantiene que el trabajo por cuenta propia y una gestión adecuada de estas tecnologías pueden ser la piedra filosofal para compaginar las dos actividades. Eso, junto con un cambio en la mentalidad que suponga el trabajo por objetivos. "Los empresarios contratan talento, y tienen que proporcionar las herramientas necesarias para desarrollarlo", recalca. Y es que, para ella, la maternidad es una elección personal pero "no tiene que ser un impedimento". "Una baja maternal son cuatro meses -indica- pero una pierna rota puede ser un año".

Poco apoyo de organizaciones

Trince Revilla tiene 26 años, y vive con su pareja desde hace algunos meses. Ha heredado el espíritu emprendedor de sus padres, que abrieron hace 16 años Wordworks, una consultora lingüística y cultural y dedicada sobre todo a la traducción de prospectos farmacéuticos. Ahora es una de las máximas responsables del negocio y tiene su propia visión de la conciliación.

"Hay poco apoyo desde las organizaciones empresariales, sobre todo porque están dirigidas por hombres", explica Revilla. Sin embargo, el citado informe del Consejo Superior de Cámaras -elaborado a partir de la experiencia de 5.784 mujeres- afirma que las emprendedoras "son bastante activas a la hora de utilizar los servicios de los gabinetes de apoyo".

Compaginar no es una utopía

Revilla también está convencida de que la compaginar una carrera laboral con las responsabilidades familiares no es una utopía, aunque también depende mucho del sector profesional y si el hombre ayuda en las tareas. De momento no tiene hijos, y quizás por eso su juventud le hace afirmar que la conciliación "no es sólo para mujeres que tienen hijos".

Asunción y Sylvia coinciden además en que la formación ayuda a reducir los riesgos empresariales, y aumenta las probabilidades de que la aventura empresarial prospere. Elaborar un plan de negocio o saber dónde acudir para obtener un crédito son aspectos en los que las Cámaras pueden ayudar. A partir de ahí, el tiempo dirá.