El presidente de Unilever en España, José María Vila, se reunió el viernes con representantes sindicales para transmitirles su confianza en que la reducción de costes que la multinacional prevé obtener con la eliminación de 20.000 empleos y el cierre de entre 50 y 60 fábricas tendrá escasa incidencia en España.
La delegada de CC OO en Unilever y miembro del comité de empresa europeo, Maribel Navarro, informó de que Vila ha reconocido que, por el momento, se desconoce en qué zonas se centrará el ajuste y cuándo se aplicará, pero incidió en que el negocio en España incorpora recientes mejoras de reestructuración.
A falta de que la multinacional concrete sus planes, Vila basó estas previsiones en que gracias al programa 'One Unilever' ya se han unificado las sedes administrativas en una sola en Barcelona y se han externalizado servicios, como los recursos humanos.
Además, el presidente de la filial destacó que los 1.667 trabajadores y las tres fábricas que Unilever tiene en España, en Lejona (Bilbao), Aranjuez (Madrid) y Barcelona, se centran en productos de las marcas que más rentabilidad aportan al gigante anglo-holandés, por lo que no encajan en su decisión de desprenderse de las firmas menos rentables con el objetivo de impulsar la rentabilidad del grupo.
'Ni siquiera ellos saben cómo va a afectar el plan en España, pero creen que lo hará en menor medida que en otros países europeos, porque estamos muy avanzados en la reestructuración emprendida', explicó la representante de CC OO, para quien todo apunta a que 'en principio, el proyecto no se dejará notar en España hasta dentro de un par de años'.
Críticas a la gestión
El comité europeo de la multinacional ha criticado que los 20.000 despidos se hayan comunicado antes a los medios de comunicación que a los empleados y que la estrategia de la anglo-holandesa se base en 'reestructuración continua'.
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