Los 1.549 ex trabajadores de Delphi comenzarán hoy a inscribirse en el Servicio Andaluz de Empleo gracias al dispositivo que la Junta implantará en la factoría de Puerto Real (Cádiz), que estará compuesto por 14 funcionarios que esperan atender a unos 200 ex empleados al día.
Después de que el pasado 31 de julio se extinguieran los contratos de la totalidad de la plantilla, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), en colaboración con el INEM, instalará mañana en la factoría cinco puestos de atención que pretenden facilitar la inscripción en el paro de los ex trabajadores.
Según informaron a Efe fuentes de la Consejería de Empleo andaluza, con esta actuación comienza el proceso que dará lugar a la recolocación de los ex empleados de la multinacional estadounidense.
Delphi entregó el pasado jueves al SAE la base de datos de los trabajadores, en la que se incluye, además de los datos personales, las indemnizaciones que cada empleado percibirá por el cierre de la fábrica, así como las prestaciones económicas.
Las fuentes explicaron que este dispositivo especial pretende, además de facilitar la reincorporación laboral de los ex trabajadores de Delphi, evitar el "colapso" de las oficinas del SAE de la provincia de Cádiz, por lo que las autoridades decidieron trasladar recursos humanos y técnicos a la propia planta.
Aseguraron que el resto de parados de la zona recibirán la atención habitual sin verse perjudicados por la situación de los ex empleados de Delphi.
El proceso de cierre de la planta comenzó el 1 de enero de 2007, cuando la dirección de Delphi, el mayor fabricante de componentes de automóviles del mundo, informó al Comité de Empresa Europeo sobre el acuerdo de venta de la compañía a la firma de inversiones Platinum Equity.
Posteriormente, el 22 de febrero, la dirección de la planta gaditana comunicó al Comité de Empresa el cierre de la empresa, tras haber registrado 150 millones de euros de pérdidas operativas durante los últimos cinco años, sufrir altos costes y ser incapaz de atraer nuevos contratos de negocios de manera competitiva.
Después de un periplo de reivindicaciones, marchas y protestas de los trabajadores, así como de reuniones y negociaciones con los gobiernos central y autonómico, el 5 de julio se alcanzó un acuerdo entre la empresa norteamericana, la Junta y los sindicatos.
El pacto incluía la cesión a los trabajadores de los activos de la factoría (no así de las patentes) y una indemnización de 45 días de sueldo por cada año trabajado, lo que supone un importe total de más de 120 millones de euros.
Cuatro días más tarde, la plantilla de Delphi ratificó el acuerdo con el apoyo del 89,3 por ciento de los votos emitidos.
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