El nerviosismo y las dudas sobre un futuro cada vez más incierto invadieron la asamblea de trabajadores de Primayor Foods. El comité de empresa convocó a la plantilla al día siguiente de reunirse con los interventores judiciales y no llegar a ningún acuerdo respecto a las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado en julio por la firma. En concreto, la aprobación de éste supondrá el despido de 18 empleados y 42 suspensiones, además de una reducción de jornada y sueldo del 25 por ciento.
El representante de UGT en el comité de empresa de Primayor, Ángel López, fue el encargado de comunicar a los trabajadores la falta de acuerdo con los interventores y anunciar que el ERE sigue en marcha sin ninguna modificación.
López alertó a los empleados de que en la reunión la empresa mostró poco interés en mantener la planta abierta. “Lo que quieren es que todos firmemos voluntariamente la rescisión de los contratos”, expresó.
Los murmuros y las quejas abiertas se adueñaron, en varias ocasiones, de la sala donde se había congregado la plantilla del matadero para decidir si llegaban hasta el final del proceso o se rendían en el camino.
Aunque entre algunas dudas, la apuesta mayoritaria fue la de continuar defendiendo sus puestos de trabajo.
El proceso judicial de Primayor, que comenzó en mayo con la acumulación de una deuda superior a los 100 millones de euros y continuó en julio con la presentación de un expediente, empieza a hacer mella en el ánimo de los empleados, algunos de los cuales exigen al sindicato más actuaciones de presión sobre la empresa con la esperanza de que ésta reaccione favorablemente y decida no cerrar y mantener todos los empleos.
El representante de UGT en el comité, Ángel López, advirtió de que una actuación abrupta podría suponer el cierre de la planta. “Tenemos que hacer las cosas como nos mandan, porque sino pueden decirnos que no hemos cumplido con nuestra parte”, respondió.
Ante tantas discrepancias, López pidió a la plantilla, en más de una ocasión, “claridad” para poder avanzar en las negociaciones con los interventores.
Los miedos no desaparecen y cada vez se acerca más la fecha de resolución del ERE, prevista para el 20 de setiembre. El temor de que el fallo judicial sea favorable a Primayor toma fuerza.
Mientras el sindicato asegura que a partir de ese momento las movilizaciones empezarán a ser más fuertes, muchos empleados consideran que una vez se dicte la decisión judicial, por parte del juzgado de Segovia, “ya no habrá marcha atrás”.
Los sindicalistas de UGT aseguraron que si se aprueba el ERE convocarán una huelga. “El 21 de septiembre o todos trabajamos o todos a la calle”, afirmaron.
A la espera de ver como avanza el ERE, la asamblea de empleados aprobó un nuevo calendario de movilizaciones para expresar su postura contraria a las actuaciones de la dirección del matadero.
Por ello, los empleados avanzaron después de la asamblea, la manifestación prevista para el viernes de esta semana. Al grito de “Primayor, no al tancament”, “Primayor, solucions”, “Tripartit Mulla’t” o “No al expediente, sí a trabajar”, la plantilla salió a la calle para protestar.
Las próximas salidas están previstas para el 22 y 29 de agosto y el 5 de setiembre.
La situación salarial tampoco mejora y el sindicato intenta tranquilizar a los empleados que todavía no han cobrado la última nómina.
Ángel López aseguró a los trabajadores que la empresa no dispone de dinero, según la dirección, para pagar mensualmente. Aunque señaló que esperan que en breve se ingrese un 60 por ciento de los salarios.
Además, la posibilidad de que alguna empresa compre el matadero de Primayor Foods de Mollerussa se ve cada vez más lejana, después de que no se haya concretado nada con ninguna de las interesadas.
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